[J.R.]

Creo que ya lo he explicado alguna vez antes, pero nunca está de más mi primera y triunfal salida de puerto (o intento) con mi anterior barco. Además, iba con mi Almiranta... dice mucho a su favor que no me dejara nada más pisar tierra.

Era un Hunter Europa con muchos años encima, y su motorización un Evinrude 2T de 15 caballos que creo que había visto las Guerras de Cuba y de Filipinas... el Hunter tiene la popa bastante estrecha, y el soporte del fueraborda muy desplazado a estribor, lo cual le da un comportamiento ciando... digamos que "peculiar": le cuesta mucho virar a estribor yendo hacia atrás, y, para salir de mi amarre, como estaba atracado de proa, esa era exactamente la maniobra que tenía que hacer: salir ciando, virar a estribor, y luego dar avante para poder coger el canal del puerto.

Además, y esto yo no lo sabía, los engranajes del puño del fueraborda estaban muy desgastados, tanto que, si el puño se levantaba un poco, dejaban de hacer contacto. Y, para acabar de rematarlo, el motor no tenía el botón de "apagado": el armador anterior simplemente dejaba el ralentí muy bajo, y, al cortar gas, el motor se apagaba.

Bueno, arranco motor, suelto amarras y me preparo para la maniobra. Primer error: intenté girar en el mismo "pasillo" en el que estoy amarrado, en lugar de buscar un giro más abierto metiéndome por el siguiente pasillo. Segundo error: intentar arreglar el primero con un golpe de gas para ver si así conseguía un giro más cerrado. Total, que me veo dando golpes de gas atrás y adelante frenéticamente para no chocar contra los barcos de ambos lados del "pasillo"...

Tercer error: me puse de pie para tener mejor visibilidad. Al hacerlo, levanté el brazo del fueraborda y los engranajes del puño dejaron de hacer contacto... de pronto, me veo yendo a buena velocidad contra otro barco (¡la oficina del broker que me vendió el Hunter!) y, cuando giro el puño para cortar gas, el motor no hace ni caso... ¡SOCORROOOOO!

Le grito a la almiranta que vaya a proa y amortigüe el golpe como pueda. Yo, mientras tanto, solté la línea de combustible del motor. Pero la Almiranta tuvo que quedarse cinco largos minutos en proa separando ambos barcos, hasta que se consumió la gasolina que quedaba en la cubeta del carburador...

Finalmente, con la ayuda de las amarras y de dos amables transeúntes, conseguimos volver a meter en barco en el amarre.

Moraleja:

1) Piensa bien la maniobra antes de hacerla.
2) Si el motor es viejo, asegúrate de que está en buen estado y de conocer sus "manías".

Eso sí, le expliqué lo que había ocurrido al broker, y se ocupó de que revisaran el motor, le ajustaran los engranajes del brazo y le pusieran el botón de "paro". A partir de ahí, funcionó siempre con bastante fiabilidad, aunque con algunas "manías" (había que conocer el truco para no deslomarte arrancándolo, por ejemplo), y lo de la mala maniobrabilidad virando a estribor marcha atrás... pues tuve que aprender a vivir con ello.

Poco a poco fuí perfeccionando la maniobra para desatracar (procurando no hacer giros cerrados y maniobrando simultáneamente con la caña del timón y el fueraborda)... pero durante los 10 años que tuve el barco, siempre que hacía la maniobra tenía el corazón a más pulsaciones que las revoluciones del motor.