¿Y qué le digo yo ahora al mecánico?.
Tanto visualizad, visualizad...
Y yo, crédulo de mi pidiendo mejoras para el barco confiado en que la lotería me pagaría la factura...
Señor mecánico, la tapa del inodoro la quiero con encajes de Lagartera, el Pabellón bordado a mano sobre hasta de marfil, las chummaceras de plata, el ancla de inoxidable con incrustaciones de Sguarrosky, las cortinas de tafetán bordadas en oro, me quita la moqueta esa y se me va a persia a por unas alfombras hechas a mano, el motor, nada, a la chatarra, me pone dos turbinas de Phantom, que ahora hay muchas en los desguaces de la US AIR FORCE...
¿Como pago yo ahora todo esto?...
¡¡¡CLARO!!!
LA LOTERIA DEL NIÑO.