Cita:
Originalmente publicado por slocum
Lamento su pena señor marqués
pero ver que llora su desespero
farfullando el idioma de Lutero
más que lástima me produce estres.
Choquero y tractorista bastante es
y si lo segundo es un agujero
confórmese al menos con lo primero
que algunos no llegan ni a fin de mes,
y no olvide que su fortuna es mucha
por tener lo que otro nunca tendrá,
corra el temporal y siga en su lucha
porque creo que el buen tiempo llegará
y el sueño que yo gesto, si mi hucha
no lo aborta, la luz también verá. Y
conmigo convendrá
que teniendo la lengua de Cervantes
para que usar la de los protestantes.
|
No manejo con esmero
la dura lengua de Lutero,
y manejando el Castellano,
tu me ganas por la mano.
Más que tractorista, camionero,
he de ponerme en plan sincero
y decirte que los de Bolbo Venta,
como mecánicos no tienen cuenta
pues de cada arreglo que han hecho
mi motor se lamenta maltrecho,
y no solo el motor se quejó,
que otros destrozos el tal me deja,
veamos: reflector de radar partido
y me alega "yo no he sido",
antena de radio me encuentro rota,
y me dice ¿y eso a quien importa?.
De las sondas que tengo dos
los cables a ambas corta...
-¿Para qué las quereis vos
si con una va de sobra?
suelde un cable y tire la otra.
De mi barco el timón perdió
en el desorden de su taller,
dice que con tanto trasto no la vió
y que quizás... la tiró ayer.
Un nuevo timón hace para mi desdicha
más pequeño que de un grillo la p*cha,
le adjunto fotos, que lo repare,
y lo que hace, no lo conoce ni su padre.
Le cambia el aceite, solo saca cinco litros,
se hace un lío con los filtros,
caramba, no había apenas aceite,
comenta mirándome con deleite
(pensando en la factura del próximo gripado
que dejará mi cuenta y mi barco resfriado).
Con cinco litros rellena
lo que diez litros dejan plena
la varilla del nivel
y ¡oh milagro!, traspasase el dintel
del máximo de la varilla...
Las cuentas no salen, si caben
diez, saca cinco, que me aspen,
mete cinco... ¿como puede marcar
más aceite del metido?
¿Será truco para cobrar
o mensaje celestial?.
¿Será que mi varilla cambió
en su desorden abisal?.
De gas-oil una fuga me dejó
sobre el filtro, justo en el racor,
aflojarlo fue una epopeya
más dura que la de Pompeya,
y al tener por fin el racor en mi mano,
lo había trasroscado el muy villano,
hube de cambiar todo el conjunto,
de su respuesta, no digo ni punto.
Slocum, mi querido amigo,
no busco de ti tu abrigo,
si no más bien el castigo
de quien su cliente importa un higo.
E importándole su cliente tan poco,
hace valer su negocio lo que un moco,
mala cosa andar de boca en boca
por su trabajo, de calidad, dar poca.
Y para dar fin a esta historia,
que más que historia es protesta,
entenderá que pasa por mi testa
que para el taller no hay absolutoria
y te prevengo mi querido amigo
si no quieres llorar conmigo
no te fies de lo que ponga el cartel
sobre la puerta del taller.
