Originalmente publicado por TXELFI
(Mensaje 1300803)
Buenas :brindis:.
Estos 2 camaradas tabernarios me han hecho recordar una anécdota ocurrida en mis comienzos en la Pesca Profesional allá por el verano del 72 durante mi primera costera de túnidos en plan serio, y con vuestro permiso la voy a poner aquí, espero que con acierto narrativo.
El día de víspera de San Juan aquí se dio por finalizada la costera de la anchoa como se hacía en aquella época. Entre esa fiesta y la de San Pedro el 29 desaparejamos los barcos de redes, cajas, salabardos y toda aquella impedimenta que no se utiliza durante la costera de bonito, almacenamos todo ello en la lonja que cada barco poseía e hicimos al revés con todo aquello que es necesario para la etapa que estaba a punto de comenzar, es decir, embarcamos las tablas de las neveras, las varas y tangones de curricán, las cañas, los bicheros, la red pequeña para capturar cebo etc. Y finalmente nos aprovisionamos al máximo de gasoil, agua potable, hielo, víveres etc.
Nos hicimos a la mar la madrugada del día 30 de Junio dirigiéndonos en compañía de nuestros 3 colegas de fatigas a las proximidades de Laredo y Santoña para capturar cebo vivo para la marea. Tripulábamos los 4 barcos de cebo vivo más viejos y pequeños de nuestra Villa, estaban construidos entre los años 57 y 61 y su Eslora Total estaba comprendida entre los 22 y 23 Mt.
Tuvimos la suerte de capturar sardina pequeña para completar los 5 viveros el mismo día sin contratiempo y además ayudar a completarse al barco de la misma casa que era uno de los 3 que nos acompañaban en nuestras pesquerías. Antes de oscurecer habíamos sacado al exterior y afianzado las 2 grandes varas de curricán y los 2 tangones todos ellos tallos de Eucalipto en sus respectivas horquillas y con la misma pusimos Proa al Oeste día y noche a 8 kns. 2 días después pusimos a mojar los aparejos y dejamos Ortegal atrás, continuamos Oeste y al día siguiente embarcamos los primeros bonitos (albacoras), cuanto más nos adentrábamos en el Atlántico más pesca había pero con aquellos barquitos no quisieron alejarse más cuando estábamos ya a 5 días de Bermeo y 3 de Vigo, estábamos pescando bien allí al curricán y casi a diario encontrábamos un pequeño banco y calábamos las cañas, tuvimos días de 250 piezas y también un día de 900 (pescado de 5 kilos de media), no pescamos un solo atún rojo pero sí patudos jóvenes de 10 a 15 kilos.
De los 14 tripulantes excepto el Patrón el Maquinista y el Cocinero los demás estábamos 6 con los aparejos en las manos (no existían carretes) los 2 que más vista tenían en Proa oteando el mar y los restantes a Popa embarcando las piezas y atendiendo los aparejos de Popa sujetos con gomas, les ayudaban cuando entraban muchos bonitos seguidos el Maqui y el Coci.
Este menda con 16 años recién cumplidos estaba ubicado en la banda de Estribor un poco más a Proa que en el centro de Eslora con los 2 aparejos que más pescaban en las manos, de la gran vara de esa banda, el de la punta y el del medio. En principio habían puesto al hijo del Patrón de 18 años (estudiante en vacaciones) a mi lado y halábamos un aparejo cada uno, pero al segundo día de verdadera faena sus manos, sobre todo los dedos estaban llenas de ampollas y sufría como un perro el dolor. Lo mandaron a tomar el Sol a Popa para el resto de la marea después de embadurnarle las manos de mercromina (una asquerosa costumbre de la época). El muchacho, excelente persona como su padre se hizo Capitán de la Marina Mercante años más tarde. Cuarenta años después nos seguimos saludando, y así seguirá siendo hasta que la palme.
Cuando lo largaron de allí me preguntó su padre si sería capaz de manejarme con los 2 aparejos, a lo que respondí afirmativamente sin dudarlo. No sé porqué extraña razón desde niño he tenido manos grandes y fuertes, de manera que jugando a pelota a mano con aquellas bolas como mazos ganaba siempre a mis convecinos aprovechando la superioridad de mis "herramientas", he tenido mucha suerte en ese aspecto.
En fin, que cumplí mi cometido sin contratiempo y los marineros más veteranos que me miraban con recelo meses atrás cuando embarqué, ahora comenzaban a mirarme con otros ojos. Amén de tener que currar como un marinero más, por la noche tenía que hacer 5 horas de guardia en la máquina si navegábamos, porque yo era el engrasador, así es que dormía menos que un pez y estaba más delgado que una señorita, eso sí, era alambre puro, no como ahora.
El marinero que estaba en el puesto de simetría conmigo era el más viejo de toda la tripulación, no voy a poner su nombre ni su apodo aquí, era muy conocido en nuestra Villa. Contaba con 60 años de edad y su padre y mi abuela paterna fueron hermanos, así es que se trataba de un primo de mi progenitor, un hombre singular sin duda, con 1,80 de estatura pesaba 130 Kg. y a pesar de su edad poseía una fuerza bruta descomunal en las extremidades superiores, en las inferiores no tanto, por culpa de su peso y la edad le costaba desplazarse por entre las cajonadas de cubierta.
Alguna vez hizo enfadar al Patrón porque al no controlar la fuerza que poseía rompió alguna caña al tirar de algún bonito grande, es al único que he visto romper cañas. :sip: .
Ya he puesto que estaba en simetría conmigo, es decir, manejaba punta y medio de la vara grande de Br. así es que estaba sentado en la última tosta contra la regala de esa banda. Un día trabó un bonito mediano en el aparejo del medio, parece ser que mordió a la contra de una forma violenta pero como tenía tanta fuerza no cedió un milímetro, el bonito varios lo vimos cuando soltó el berrido ¡¡¡JESÚS!!! brincar el el aire dando una voltereta, pero al caer al agua se soltó, o eso creímos. Gritábamos ¡JESÚS! para que el Patrón amoderara máquina hasta el ralentí para halar el pescado.
Uno de los que estaban en Popa le gritó "Fulano, hala el aparejo porque traes algo arrastrando del anzuelo". Así lo hizo mi pariente y cuando faltaba poco el encargado de las drizas de Br. le bajó su anilla para que pudiera limpiar su anzuelo doble. :nosabo: Pensábamos que había quedado allí un trozo de morro del infortunado bonito, pero allí había algo más, cuando lo metió por la regala pudimos ver que lo que traía enganchado era prácticamente media cabeza del túnido, :cunao: por lo visto al dar la voltereta el monofilamento había pasado por la abertura branquial y al siguiente tirón seccionó todo el lado de la cabeza del pez. Mientras los demás hacíamos esfuerzos para contener la risa al contemplar su apurado rostro el forzudo lobo de mar rápidamenre retiró el anzuelo sobre la regala y dejó caer al mar su captura con la celeridad de un rayo en un vano intento de que el Patrón desde su cubículo a 3 Mt. casi sobre él no viera lo que había hecho. :cunao: .
A mediodía comíamos cada uno en nuestro puesto de una cazuela individual que nos traía el "txo" en 2 viajes con cada uno de los 2 platos que despachábamos a mediodía, por la noche a veces 3, y los domingos ni te cuento, aquello era una fiesta, en aquel barquichuelo comíamos como ya hubieran querido en otros barcarrones de postín, tanto en cantidad como en calidad. En aquella época comíamos algunos de los que allí estábamos embarcados lo que si aquí pusiera a lo mejor no me creeríais. :eek: .
Un día estábamos pescando bastante bien a curri, no muchas piezas de golpe pero era un día de esos que te vienen una cada minuto o 2 minutos.
La manera de comer cocido por ejemplo, por parte de mi pariente era la siguiente, enroscaba los aparejos en el brazo izquierdo y agarraba la cazuela con esa mano, con la cuchara en la diestra paleaba a una velocidad que ni una trainera en La Concha hasta que en un minuto desaparecía media cazuela, atrapaba un pedazo de pan enorme y se lo introducía en la boca para después ponerse a masticar a duras penas, después atrapaba la bota de vino que estaba a su lado y desenroscando el tapón grande se metía el gollete en la boca y apretaba el culo de cuero con su manaza derecha de forma que en unos segundos se vaciaba media bota en el gaznate. :cunao: .
Cerrando la bota la dejaba a su lado y atrapando la cuchara se repetía toda la secuencia por segunda vez, después lanzaba la cazuela a Popa para que se la lavara el "txo", cada pocos días la cogía y colocándola sobre la regala con una porra de atontar atunes le quitaba las abolladuras, más o menos. :sip: .
¿Porqué se tragaba una cazuela de cocido en 3 minutos?, porque odiaba que mientras comía algún pescado mordiera el anzuelo y tener que soltar la cazuela o que se le cayera su contenido.
Aquel día acababan de entregarle su cazuela y se disponía a meter la cuchara cuando trabó un bonito, ¡JESÚS! gritó mientras dejaba su cazuela sobre la tosta profiriendo una blasfemia, había buen tiempo, después de halar y embarcar el túnido consiguió meter la cuchara esta vez cuando trabó otro bonito, otra blasfemia y suelta de cazuela, a halar y embarcar el bonito, hasta que no está arriado el aparejo de nuevo, cosa que tiene que hacer cada uno con los suyos, no puede cojer la cazuela de nuevo.
Bueno, por fin la atrapó por tercera vez y por tercera vez tuvo que gritar ¡JESÚS!, pero esta vez hizo una cosa diferente, mientras sujetaba ambos aparejos en la zurda asió la cazuela con la diestra, la elevó como si de un tazón se tratara y se "bebió" de un largo trago todo el contenido de la cazuela como si fuera sopa, pero allí no ingeríamos sopas, ese día se trataba de "marmitako". Inmediatamente lanzó la cazuela a Popa, soltó un juramento y se puso a halar el aparejo. :meparto: .
Por si alguno no lo sabe el "marmitako" se trata de un guisado de bonito cortado en dados con patatas troceadas, que lleva también cebolla, pimientos choriceros etc. :sip: .
En fin, casi nos meamos de risa mientras nos hacíamos cruces, a él le importaba menos que un rábano.
Me hubiera gustado conocerlo de joven, mi padre me contaba anécdotas de juventud, solo os contaré una.
Cierta vez 3 emigrantes que no lo conocían se metieron con él en un bar burlándose de su rostro bestial, se arrepintieron de su mala idea porque les partió la cara a los 3. Les endiñó semejante tunda que cuando el Juez de Paz al que habían tenido la desvergüenza de denunciarle contempló sus rostros y averiguó que mi pariente no había utilizado objeto contundente alguno para hacer lo que hizo, si no solamente sus puños, le prohibió en lo sucesivo la utilización de su diestra en ninguna pelea aunque le provocaran. :eek: .
Las protestas no sirvieron de nada al enojado pescador, el Sr. Juez de Paz al que yo también llegué a conocer de chaval era también un personaje pintoresco, como pintorescas eran también a veces sus decisiones.
Bueno, supongo que el Señor los habrá acogido en su seno porque se lo merecían. :santo: .
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