La Taberna del Puerto

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Crimilda 09-10-2009 15:38

Re: Permitidme una confesión.
 
A mí lo que me parece envidiable es que el hijo se lo lleve o le acompañe en sus viajes. :D

:brindis::brindis:

Atlántida 09-10-2009 17:06

Re: Permitidme una confesión.
 
Cita:

Originalmente publicado por Crimilda (Mensaje 667960)
A mí lo que me parece envidiable es que el hijo se lo lleve o le acompañe en sus viajes. :D

:brindis::brindis:

No sé, no sé, Crimi, si Thaleb será realmente un padre de familia como en la imagen que decías más arriba que te habías formado de él. Lo que yo tengo claro es que en caso de que sea así, no sólo es eso, con ser muchísimo, es decir, no sólo es un padre de familia, sino un gran escritor. Me gustaría que al término de la historia thaleb desvelase un poquito el secreto. ¿No te parece, Thaleb, que nos lo merecemos por soportar esta incertidumbre mientras seguramente tú sonríes pícaramente?

Tahleb 09-10-2009 18:03

Re: Permitidme una confesión.
 
Sería inútil mi esfuerzo si intentara describir todo lo que puede verse y sentirse en el largo trayecto entre Bova y las cascadas. Está la Fiumara, que es el cauce casi seco de un ancho torrente que baja desde la cumbre del Aspromonte, alfombrado de un caos de piedras quemadas por el sol y pulidas por las riadas, de tal blancura que yo creo que deben ser visibles desde la Luna. Están los pueblos encaramados en las crestas rocosas, como Roghudi, que en su inmovilidad milenaria recuerdan la timidez vigilante de los gatos. Están las verticalidades inverosímiles de los cerros. El volar impasible de los buitres. El viento sobre los pinos. El canto de las cigarras.

La cascada de Amendolea, una especie de Salto de Angel a escala 1/3, puede verse desde la carretera, sin más esfuerzo que el de reprimir el pánico que infunde un conductor calabrés medio griego a los mandos de una vieja ranchera americana, pero las de Maesano se hacen pagar caras. Son varias horas de camino, de sendero más bien, desde el último lugar accesible para un automóvil. Y con un ángulo ascendente notable.

A pesar de las paradas de descanso que hacíamos a cada poco y de la promesa de que el lugar al que íbamos valía realmente la pena, al cabo de un par de horas nuestra amiga Sarah afirmó de modo muy poco flemático que estaba “fed-up” de caminar y que le daba igual lo bonita que fuese la cascada, que ya se lo contaría con detalle Alexandra al regreso, suponiendo que no se desmayase a la vista de tanta hermosura. Alexandra contestó que, sintiéndolo mucho, también deseaba volver antes de que una pequeña ampolla que se formaba en su pié izquierdo se convirtiese en un problema serio. Mi hijo admitió que me tendría que haber escuchado cuando le sugerí que no comiera tanto la noche anterior.

Claire se limitó a murmurar entre dientes ‘what a bunch of bullshitters’ y se puso manos a la obra de seleccionar lo necesario de entre el contenido de las mochilas de los cobardes. Come on, Tahleb, ¡vamos a ver esas cascadas!

El camino era duro. Y cargados con el peso extra de las cosas imprescindibles que antes transportaban nuestros compañeros, quedamos empapados de sudor al poco tiempo. En uno de los recodos me paré a tomar aliento y Claire, que venía unos pasos detrás, apoyó una mano en mi hombro para, tal vez, guardar mejor el equilibrio. El aroma suave de su perfume había desaparecido y, en su lugar, me envolvió un recuerdo de infancia.

Al llegar a España mi padre debió situar adecuadamente su patrimonio, o lo que de él quedaba tras el desastre de Argelia. Hizo alguna inversión, abrió determinadas cuentas y, por una cuestión de obediencia a los ancestros, compró varias hectáreas de tierra de secano en Aragón. Allí me llevó un verano para que asistiera a la siega que, por primera vez y gracias a su intervención, iba a realizarse con máquinas cosechadoras. Recuerdo la solemnidad con la que recibimos el primer camión que regresaba cargado de los campos y cómo mi padre puso en mis manos el primer puñado de grano. Huélelo, me dijo, y recuerda, el trigo tiene un olor distinto cuando está al sol que cuando está a la sombra, y no huele igual de día que de noche, pero siempre su olor es promesa de pan y, por él, los hombres matan y mueren.

El sol brillaba sobre los cabellos de Claire. La brisa los acariciaba.

Tahleb 15-10-2009 19:34

Re: Permitidme una confesión.
 
Creo que me he atascado...

No sé cómo contar lo que sigue. No sé si es posible contarlo con exactitud.

Tendré que acudir a imágenes y palabras ajenas.

http://www.panoramio.com/photo/3745113

http://www.youtube.com/watch?v=rYtfo...eature=related

Con mi jeta de extranjero
De judío errante, de pastor griego
Y mis cabellos a los cuatro vientos
Con mis ojos descoloridos
Que me dan un aire de soñador
A mí, que ya no sueño a menudo
Con mis manos de ratero
De músico y de trotamundos
Que han robado en tantos jardines
Con mi boca que ha bebido
Que ha besado y ha mordido
Sin jamás saciar su hambre
Con mi jeta de extranjero
De judío errante, de pastor griego
De ladrón y de vagabundo
Con mi piel que se ha curtido
Al sol de todos los veranos
Y de todo lo que llevaba faldas
Con mi corazón que ha hecho
Sufrir tanto como ha sufrido
Sin por ello andarse con cuentos
Con mi alma que ya no tiene
Ninguna opción de salvación
Para evitar el purgatorio
Con mi jeta de extranjero
De judío errante, de pastor griego
Y mis cabellos al viento
Vendré, mi dulce cautiva
Mi alma gemela, mi fuente viva
Vendré a beber de tus veinte años
Y seré príncipe heredero
Soñador, o adolescente
Como te plazca elegir
Y haremos de cada día
Toda una eternidad de amor
Que viviremos hasta morir
Y haremos de cada día
Toda una eternidad de amor
Que viviremos hasta morir

Freeblue 15-10-2009 19:40

Re: Permitidme una confesión.
 
Una de las canciones más hermosas ... gracias, Tahleb y continúa, por favor.

Alex

Freeblue 15-10-2009 19:43

Re: Permitidme una confesión.
 
Cita:

Originalmente publicado por Atlántida (Mensaje 668027)
No sé, no sé, Crimi, si Thaleb será realmente un padre de familia como en la imagen que decías más arriba que te habías formado de él. Lo que yo tengo claro es que en caso de que sea así, no sólo es eso, con ser muchísimo, es decir, no sólo es un padre de familia, sino un gran escritor. Me gustaría que al término de la historia thaleb desvelase un poquito el secreto. ¿No te parece, Thaleb, que nos lo merecemos por soportar esta incertidumbre mientras seguramente tú sonríes pícaramente?

Y

¿Y romper la magia?:D
Yo no quiero saberlo...me gusta así, con todo el misterio y la magia...
A veces, la realidad termina con los sueños...:cool:
Alex

invitadoam 15-10-2009 22:41

Re: Permitidme una confesión.
 
Precioso lugar Tahleb!, debe ser difícil describirlo, si.

ay, ay, que la melancolía hace su aparición otoñal....
:brindis:

Tahleb 19-10-2009 19:31

Re: Permitidme una confesión.
 
Sí. Se acerca el otoño con toda su carga simbólica. Y parece que los dioses se conjuran para que las cosas tristes sucedan precisamente ahora.

Vengo de pasar unos días en el sur de Francia y de completar el penoso deber de entregar el ketch a su nuevo propietario.

No esperaba que se vendiera tan rápidamente y me ha pillado un poco desprevenido. Además, no me ha sido ahorrado ninguno de los pesares que estas cosas pueden causar. He tenido que salir a la mar para demostrar que todo funciona; he tenido que dejar que el nuevo dueño maniobrase en puerto y he tenido, en fin, que escoger qué cosas me iba a llevar y cuáles se quedarían a bordo.

De regreso a casa he parado en Sète con la intención de ponerme à toucher de ostras y vino de Sauternes y de rellenar los rincones con unas copas de Calvados, y ahora no sé si me encuentro fatal por el exceso o si es que estoy muerto de pena y añoranza.

Y un poco de vergüenza, también.
Cuando ya tenía casi todo lo que quería conservar metido en cajas, una extraña fuerza contra la que no pude luchar me impulsó a coger la almohada de la litera de Claire y a hundir la cara en ella. La olfateé como un perro, aspirando desde el último rincón de mis pulmones para captar alguna molécula de su recuerdo trigueño. En vano. Cuando estaba a punto de dejarme llevar por la emoción, noté que el nuevo armador me observaba desde la puerta del camarote con las cejas arqueadas y los labios dispuestos como para pronunciar una diminuta u. No me acuerdo de qué estupidez dije para justificarme, pero aún me arden las orejas de sonrojo.

También he pasado por ese momento tan duro en el que, tras haber comprobado mil veces que no queda nada importante que salvar, uno echa la última mirada al camarote y cierra la puerta para siempre. El propietario, un tipo que se parece extraordinariamente al actor que hace de Niles Crane en la serie Frasier, parecía estar encantado de verme tan conmovido y tan triste, y creo que era sincero cuando me dijo que sólo tengo que llamar por teléfono para quedar el día que me apetezca volver a navegar en su barco. Creo que es una especie de sádico. Me he desquitado un poco dando especial teatralidad al gesto de meter en mi cartera la copia del contrato de venta. Y el cheque, claro está.

Fui a ingresarlo en una cuenta de mi hijo y luego conduje hasta Sète sin poder dejar de pensar en el concepto de la libertad y en su altísimo precio. Puedo hacer, ahora mismo, lo que me dé la gana. Nadie me espera ni espera nada de mí en las próximas semanas. Podría hacer cualquier cosa, si tuviera ganas de hacerla.

Y sólo me apetecían las ostras, el sauternes y el calvados. Al llegar a mi habitación de hotel aparté los visillos de la ventana intentando vislumbrar la mar, pero estaba muy oscuro ya. Fuera soplaba un mistral disuasorio y frío que condensaba mi aliento en el cristal.
Si se está asistido por el calvados, cuando uno mira a la oscuridad desde una ventana puede acabar viendo lo que quiera, y las ostras mezcladas con un vino de uva mohosa permiten oír la banda sonora que se escoja. Dibujé sobre el vaho del cristal el lomo de un delfín y regresé al mes de agosto y a la luz explosiva de la isla de Lípari. Viento largo, música griega del Aspromonte a todo volumen, delfines en la proa, risas, gritos y la cara de una hermosa muchacha que me pregunta si soy feliz.

Miahpaih 19-10-2009 19:48

Re: Permitidme una confesión.
 
:D:D:D

Cita:

Originalmente publicado por Tahleb (Mensaje 674927)

Y sólo me apetecían las ostras, el sauternes y el calvados.

:cid5::cid5::cid5:

Lastima no estar ahí contigo, para aliviar tú/mi pena, te invitaria esta noche
a cenar una Boullaveise (Buyabesa, que yo no sé francés :cunao:) en
"El culo de mal asiento" (Repito que no sé francés) en Niza o Cannes, ya no
recuerdo, pero si recuerdo ese aroma y ese sabor.

Si con ese agape no se nos pasa, pues ya buscariamos quien nos animase.

Bueno, es posible que ellas ya nos hubiesen encontrado. :D

Saludos
Miahpaih (Epicureo y panzista)

:D:D:D

invitadoam 20-10-2009 00:35

Re: Permitidme una confesión.
 
Viejus Verdis Diletantis!!!.

Miseratur tui omnipotens Deus, et dimissis peccatis tuis perducat te ad vitam aeternam.

Indulgentiam?, absolutionem et remissionem peccatorum tuorum?

:santo:

Et ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen

(entra la banda sonora http://www.youtube.com/watch?v=R0-mo432TFg )

Amen :meparto: :meparto: :meparto:

Miahpaih 20-10-2009 00:49

Re: Permitidme una confesión.
 
:D:D:D

Cita:

Originalmente publicado por ambardemar (Mensaje 675283)
Viejus Verdis Diletantis!!!.

Miseratur tui omnipotens Deus, et dimissis peccatis tuis perducat te ad vitam aeternam.

Indulgentiam?, absolutionem et remissionem peccatorum tuorum?

:santo:

Et ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen

(entra la banda sonora http://www.youtube.com/watch?v=R0-mo432TFg )

Amen :meparto: :meparto: :meparto:

SEMEN RESERVATUM VENENUM EST

:burlon::meparto::meparto::meparto:

Saludos
Miahpaih

:D:D:D

nieve_sol 20-10-2009 16:45

Re: Permitidme una confesión.
 
Solo espero una cosa: que esto no se haya acabado.............. por que justo he acabado el último mensaje al son de GM................... y de verdad ¡¡¡¡¡¡¡¡¡ESTOY ENGANCHADA!!!!!!!!!!!!:adoracion::adoracion::adora cion::adoracion:

Desde aquí mi más sincero :cid5: y muchas gracias por los ratos que estoy pasando, es mucho mejor que ir al cine.

Sunrise 20-10-2009 21:20

Re: Permitidme una confesión.
 
Me encanta Tahleb, me encanta, de verdad... Sabes escribir de una forma muy elegante y, a la vez, cercana. Me encanta... :tequiero::tequiero:

Jadarvi 22-10-2009 00:38

Re: Permitidme una confesión.
 
:cid5::cid5::cid5::cid5: sin palabras me has dejao...

:brindis::brindis::brindis: salud!!!!

Tahleb 26-10-2009 18:30

Re: Permitidme una confesión.
 
Y sí. Lo era. En ese momento era feliz. Habría que estar enfermo para no serlo.

Nos acercábamos al paso entre Vulcano y Lípari con una cohorte de delfines jugando con la proa; mesana, spi entre palos, mayor, trinquetilla y gennaker. Cielo despejado, mar llana y viento largo. En la rueda, un ligero temblor de excitación; el barco también se sentía feliz.

Claire vino a depositar su deliciosa textura en mi regazo y, apartando el cabello en dos mechones, dejó la nuca al descubierto. Massage, please.

Amasé largamente sus hombros, escápulas y cervicales disfrutando de su ronroneo felino y del tacto firme y suave de sus músculos. Tienes un lunar pequeñito aquí, en la tercera cervical. ¿Cuánto es “pequeñito”? Un milímetro cuadrado. Pues no, no lo sabía. Entonces soy su descubridor y tengo derecho a ponerle nombre. Le llamaré Lunar de Santa Clara de Lípari. ¿Lunar? Sí, en español, que es la lengua de los descubridores, estos puntitos son parientes de la Luna.

Pasamos como una exhalación entre las dos islas y, describiendo una amplia curva, fuimos arriando trapo en demanda del fondeadero, cerca de los imponentes Faraglioni.

http://www.panoramio.com/photo/2793946

Con ascetismo de movimientos y de palabras, como auténticos profesionales, botamos el dinghy, cargamos los equipos de inmersión y, apiñados a bordo, nos dirigimos a un lugar en el que aún se pueden encontrar trozos de obsidiana yaciendo sobre un fondo de arena de pómez.

La obsidiana es una roca cristalina de color intensamente negro que probablemente fue expulsada por el Stromboli o por Vulcano en estado líquido. El fondo del mar es de un color blanquísimo, pues es de polvo de piedra pómez, y sobre él destacan las “bombas” de obsidiana. Hace veinte años había millones de estas bombas en lugares de menos de 5 metros de profundidad; ahora ya hay que irlas a buscar a más de 20 y, tal vez hasta se haya prohibido cogerlas. Nos apoderamos de cinco pequeñas, del tamaño de un puño, para guardarlas como talismán.

No pasaron ni diez minutos desde nuestro regreso con los talismanes hasta que sonó el teléfono de Claire. Buenas noticias. La admitían como letrada en el equipo de la fiscalía del T.P.I. de La Haya. El premio al esfuerzo de toda su joven vida estudiando. Después de un día tan bueno, hacía falta poca espoleta para que la alegría estallase. Gritamos, saltamos, bailamos, nos abrazamos y nos rociamos de champagne. Claire era la viva estampa de Braveheart después de ganar la batalla; solo le faltaba la espada, pero blandía la botella de champagne como si fuese la cabeza cercenada de un enemigo.

Cenamos todas las exquisiteces que había a bordo como si las hubiésemos saqueado tras un combate. Cantamos violentas canciones de corsario inglés. Alexandra arrancó con los dientes el tapón de una botella de whisky excepcional (Caol Ila 12) y lo escupió por encima de la borda antes de atizarse un trago demoledor. Menos mal que no descubrió el 21 ‘cask straight’ que había un poco más adentro del mueble bar. Creo que ella, Sarah y mi hijo reforzaron intensamente sus lazos de amistad y confianza aquella noche.

Claire se quedó dormida en mis brazos.

Yo me puse a pensar en cuál sería la mejor combinación para que pudiese tomar un avión. Tal vez Palermo directamente.

Qué pena, me hubiese gustado que viera Cefalú conmigo.

Sunrise 26-10-2009 21:12

Re: Permitidme una confesión.
 
Me gusta Lípari... Gracias Tahleb, ya tengo un buen empujón para ponerme a soñar... :gracias::gracias:

Gota 26-10-2009 22:37

Re: Permitidme una confesión.
 
Cita:

Originalmente publicado por Tahleb (Mensaje 680813)

Amasé largamente sus hombros, escápulas y cervicales disfrutando de su ronroneo felino y del tacto firme y suave de sus músculos. Tienes un lunar pequeñito aquí, en la tercera cervical. ¿Cuánto es “pequeñito”? Un milímetro cuadrado. Pues no, no lo sabía. Entonces soy su descubridor y tengo derecho a ponerle nombre. Le llamaré Lunar de Santa Clara de Lípari. ¿Lunar? Sí, en español, que es la lengua de los descubridores, estos puntitos son parientes de la Luna.

:cid5::cid5::cid5::cid5::cid5:

Delicioso. Eres un mago de la palabra.

Si hubiera bebido tres o cuatro copas te lo diría de otra manera, por ejemplo:
Eres el puto amo :pirata:

ventresca 27-10-2009 19:20

Re: Permitidme una confesión.
 
Hermoso, sentido, vívido y sensual. Un placer leerte.:gracias:

Tahleb 29-10-2009 17:05

Re: Permitidme una confesión.
 
Como cada mañana, mi hijo estaba trabajando con su ordenador mientras yo preparaba los desayunos. Esta vez tenía el trabajo añadido de conseguir un vuelo a Manchester para Claire. Yo iba y venía en silencio, sin prestarle mucha atención, aunque un poco enternecido por su aspecto de muchacho concentrado y serio al que, este verano, se había añadido el uso de unas gafitas de media luna para la vista cansada. En un momento dado, me llamó la atención su inmovilidad. Tout va bien? Ah, dis donc le lion mon dieu! -dijo imitando el acento de nuestro viejo Vudú y sin apartar la mirada de la pantalla-, ¡creo que me va a entrar el caso de mi vida! Un asunto gordo. ¿Cómo de gordo? MUY gordo. ¡De ésta nos compramos un 25 metros! Se frotó un momento las manos en un gesto de pianista que me hizo dar un respingo y se puso a teclear furiosamente. Luego, cogió su teléfono móvil y salió a cubierta. We’re gonna fuck’em, le oí murmurar.

Las chicas empezaban a despertarse. Dejé el desayuno preparado sobre la mesa y salí para hacer el ritual de mi chapuzón de la mañana y nadar un rato. Desde el agua, el ketch era imponente, precioso. Cada día le daba una vuelta, admirándolo, y cada día me sorprendía su belleza. Lo recorrí de proa a popa por debajo de la quilla sintiéndolo gravitar sobre mí. Recorrí la cadena del ancla hasta el fondo. Visité una vez más, como cada día, todos los ánodos.

Al regresar a bordo, el mundo había cambiado de base. Casi no habían tocado el desayuno y estaban, los cuatro, apiñados frente a la pantalla del ordenador, hablando todos al mismo tiempo, escogiendo horarios, compañías aéreas, aeropuertos y enlaces de ferry. Una a Manchester, otro a Londres y dos a Roma, todos tenían que marcharse para atender a asuntos maravillosos y felices que habían surgido de pronto. Y de pronto también, me había quedado sin tripulación.

El mejor programa parecía ser el de salir inmediatamente hacia Milazzo, cenar y dormir allí y, temprano por la mañana siguiente, tomar un taxi grande que los llevase al aeropuerto de Palermo. Llamé a Eliseo para que, haciendo uso de alguna ‘combinazione’ de las suyas, nos reservara un buen amarre; viré ancla y, con la cubierta desierta, puse proa hacia el Capo Milazzo. Esta vez sin delfines y a motor.

Corre por mis venas suficiente sangre española como para que el concepto de la vergüenza torera no se me escape, así que puse especial cuidado en comprender cuáles eran las alegrías distintas que sentían los chicos para que su ilusión me ayudase a aguantar el tipo y no dar muestras de abatimiento. Fuimos a cenar a un lugar encantador, a los pies del castillo de Milazzo, desde el que se dominaba el puerto. La brisa nos traía de vez en cuando algunos de los sonidos del tráfico de los ferrys y los hidroalas junto con lejanos chirridos metálicos. Era una cena de despedidas y recordé una viejísima canción de mis tiempos de joven “lieutenant de quart”

Ô ! Katy, Katy
Je revois souvent
Ce petit coin discret
Dans ce vieux restaurant.
L'air, près de la mer
Les rumeurs du port
Dispensaient à la nuit
Bien plus de charme encore

Es una canción de nostalgia que habla de un amor que se pierde a causa de una partida prematura y por pensar que se tiene tiempo para vivirlo y que se puede invertir en cortesía y elegancia. Me gustaba el tono poco apasionado de esa nostalgia, tal vez porque no relacionaba el dolor con el recuerdo. ¡Uno nace tan vulnerable! ¡Y cómo escuece el proceso de curtido!

Tahleb 30-10-2009 17:16

Re: Permitidme una confesión.
 
Es costumbre que hagamos un regalo de recuerdo a nuestros invitados cuando se marchan. Este año había encargado unos collares hechos con ramitas de coral y un medallón central con la silueta del barco en bajorrelieve; en el reverso había una inscripción que es una especie de divisa familiar que adoptó mi padre en su juventud: J’ose (que no significa “Pepe” sino “me atrevo”). En su elegante estuche azul, entregué uno a cada chica.

A Alexandra se le inundaron los ojos de lágrimas en cuanto abrió su estuche; Sarah se levantó para darme un beso sonoro a mí y un verdadero mordisco a mi hijo. Claire estrechó el regalo contra su pecho y nos dio un pequeño discurso que a punto estuvo de provocar la deshidratación total de Alexandra por vía lagrimal. Ese verano, nos dijo, sería el último contacto con la paz, la bondad y la belleza que tendría en muchos meses, ya que su futuro consistiría ahora en investigar el lado más oscuro del odio y la maldad del ser humano, para elaborar la parte de los sumarios que se le encargaran. Nunca, nunca olvidaría este verano.

Regresamos al muelle dando un paseo. Claire se colgó de mi brazo e inició un cuasi monólogo en el que recordó algunos de los buenos momentos que habíamos pasado y me dio una lección sobre el concepto de la propiedad y del usufructo según el derecho internacional, referido todo ello al delicado asunto del Lunar de Santa Clara. Dado que no era operativo nombrarme virrey ni gobernador a causa de la movilidad geográfica del dicho Lunar, y pareciéndole del todo injusto premiarme tan sólo con el privilegio del bautizo, había decidido otorgarme escritura de donación de la ‘nuda propiedad’ (lo he mirado, y se traduce así) y ella ostentaría el usufructo.

Hablaba con rapidez. Me pareció notar un ligero temblor en su voz. Apretaba de tal manera mi brazo que notaba cómo se me clavaban sus uñas. Tienes miedo ¿verdad? ¿Tienes miedo de hacerlo mal? No, lo haré muy bien y voy a ser la mejor. Tengo miedo a morir; tengo miedo del estercolero humano, del horror y del propio miedo; miedo de haberme equivocado al elegir y miedo de perder para siempre la inocencia.

Habíamos llegado, entretanto, al muelle y estábamos ya junto al barco. La abracé como para darle calor y no supe qué decirle. Ella se aferró a mí con fuerza, noté las esquinas del estuche azul en la espalda.

Pusimos especial cuidado en la articulación del idioma básico que nuestro tibio amor había empezado a hablar junto al trueno del agua que se desplomaba en Maesano, tan pocos días atrás, y que preveíamos que pasaría a ser una lengua extinta con el próximo amanecer. Con la cara pegada a mi hombro la oí decir, en francés casi perfecto, “Tu m’as tout donné. Prend maintenant. Prend!”

Bob 30-10-2009 20:17

Re: Permitidme una confesión.
 
:cid5:Pero el regalo de despedida me parece un poco kitch:cool:

Tahleb 31-10-2009 13:05

Re: Permitidme una confesión.
 
Sí, Bob. Descrito como yo lo he hecho (y hago lo que puedo) parece un abalorio claramente "verkitschen", pero en la realidad quedaron bastante bien y fueron recibidos con muy buena actitud.

Me los hicieron unos chicos holandeses que tienen una tiendecita en la Place Vendôme y el diseño es todo suyo, porque yo, de joyas, sé muy poco.

Bob 31-10-2009 19:21

Re: Permitidme una confesión.
 
Vale, vale, lo importante es que los homenajeados queden satisfechos, :rolleyes: además, dado el origen geográfico de los abalorios tengo que rendirme a su pedigrí :brindis:.
Sigue, sigue:pirata:

nieve_sol 31-10-2009 19:33

Re: Permitidme una confesión.
 
Yo sin embargo me rindo a los relatos:adoracion::adoracion::adoracion::adoracion :

ventresca 31-10-2009 23:44

Re: Permitidme una confesión.
 
Cita:

Originalmente publicado por nieve_sol (Mensaje 685243)
Yo sin embargo me rindo a los relatos:adoracion::adoracion::adoracion::adoracion :

Et moi aussi:adoracion:


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