Tenía muchas ganas de que llegara el día y por fin llegó. Un minimalista restaurante de la Barceloneta nos acogió y la compañía de todos los cofrades allí presentes puso el broche de oro a la fiesta.
A ti, TBO, gracias por la organización.
A ti, Rom, gracias por tu simpatia.
A ti, Atnem, gracias por tu sabiduría náutica.
A ti, Maite y Enrique , gracias por ser tant fantásticos.
A ti, Atlántida, gracias por tu sensibilidad y cariño.
A vosotros, cofrades, que aunque no os pude conocer a todos, gracias por hacer de esta quedada todo un éxito.
Hoy a la ronda vespertina invito yo
