Cita:
Originalmente publicado por ntejera
Bueno os estubimos esperando en el estrecho...
nos vemos pronto amigos..  |
La travesía se quedó en una buena navegación nocturna.
Salimos a las 20:00 y estuvimos navegando de ceñida con fuerza 6 y bastante oleaje, pero todo fué muy bien, hacía tiempo que no disfrutaba tanto del barco.
Sólo con la génova (la mayor no tiene rizos, antes era enrrollable en botavara) el barco subía y bajaba las olas que era una delicia. Salvo algún pantocazo, que despertaría a "El piratilla" que dormía en el camarote de proa, el resto fué todo perfecto, el piloto raymarine ST2000+ llevaba el barco sin parar de corregir, pero mejor que cualquiera de nosotros.
La luna llena hacía iluminar todo, cuando salías de la cabina parecía que era de día, hice algunas fotos desde el movil pero no se ven nada bien. Las olas rompían dejando una estela de espuma blanca. En cada ola que clavaba la proa brotaba un mar de espuma verde y rojo iluminado por las luces de navegación. Tuvimos que subir el antirrociones, pese a restar visibilidad. Pese a tener un gran francobordo, la regala entraba en el agua cada dos por tres, sobre todo cuando al remontar una ola coincidía un con una racha de viento tumbando el barco. La velocidad era entre 5.5 y 6.5 nudos de gps, pese al abatimiento del viento y a posibles corrientes. Aunque el anemómetro no me marca, debería de haber entre 25 y 30 nudos de viento pero no había demasiadas rachas, lo que lo hacía viento estable y sin sobre saltos.
Realmente iba preocupado de poder romper algo importante del barco que pudiera complicarnos la noche. Un obenque a sotavento iba destensado al ceñir, los grifos de fondo, aunque iban cerrados, me daban cierto respeto ya que llevo casi tres años sin sacar el barco. La bomba de la sentina no dejaba de trabajar, pensé que teníamos una vía de agua, luego comprobé que no estaba achicando agua por la salida del espejo de popa, por lo que ignoro por qué no paraba de trabajar. La desconecté y yo iba controlando el nivel de la sentina. Rompimos un winche (Lewmar st 40), precisamente el de estribor, el que menos trabajó, aunque ya he localizado las pieza rota en latiendaadelnavegante.com (el trinquete, Pawl en inglés)
A medida que nos alejábamos de la costa el viento y el oleaje subía, por lo que la prudencia nos recomendaba hacer bordos y acercarnos de nuevo a tierra. El piloto empezó a fallar de tanto esfuerzo. Continuamente se salía el brazo metálico, teniendo que enrroscarlo de nuevo, aunque finalmente hubo que quitarlo y manejar a mano ya que él solo pasaba a modo "Stand by". Otro día volveré a probarlo a ver si funciona correctamente. Los continuos rociones hicieron entrar agua hasta la mesa de cartas y me mojó portátil, teléfono, cartera con documentos, etc, etc, que todavía tengo puestos a secar y ver la magnitud del daño.
En fin, varias roturas como es habitual en barcos antiguos, pero un navegación muy interesante, muy intensa y muy noble como es habitual en estos barcos antiguos y pesados (Dufour 31).
Sobre las 6:00 tuvimos la visita de la Guardia Civil aunque sin incidencias, y ya nos decidió por volver a Benalmádena y terminar la travesía.
En otra ocasión lo volveremos a intentar y ya nos veremos por el Estrecho. Esperaremos a que haya Levante. Después de unas 10 horas navegando a más de 5 nudos no conseguimos avanzar más de 20 millas en linea recta.
saludos, jduran22
PD:subo dos fotos aunque no se ve demasiado.