para empezar a mitigar estos calores !!!TABERNERO!!! Unas rondas pal personal
Bueno pues ya andamos por los paises balcanicos, esto es la leche, mucha gente, asi que como nos va la marcha de entrada nos metimos a Montenegro de ilegales,
Ahora ya de legales, crucerearemos por las islas, estamos en Dubrovnik, mucho calor, a la vuelta hemos decidido bajar a Albania, esperemos no salir malparados pero me apetece recordar los tiempos que anduve currando en ese pais.
Bueno alla va la cronica y las fotos se las pasare a Urtzi para que las cuelgue, vale kapitan-marmiton???
LA ULTIMA FRONTERA
Llegamos a Bari pasadas las 21h, allí están los muchachos esperándonos, José María e Iñaki, gran alegría por el reencuentro. Nos disponemos a estibar lo traído y la propuesta es ir a cenar al casco viejo de Bari, que según nos cuentan es digno de visitar, aunque solo sea un momento.
Realmente merece la pena, su arquitectura veneciana, le dan un carácter de claro sabor adriático, cenamos en un restaurante griego, y sin demasiada sobremesa, volvemos en bus a la marina COS donde han atracado al Bahía, eso si, un par de kms del centro.
En Bari existen tres marinas, una antes de entrar en el puerto comercial, que no tiene más que 2 m de calado y las otras dos en el interior, donde estamos es la más alejada, en la que han cobrado unos más que aceptables 40€.
Soltamos amarras a la una de la madrugada, con una luna casi en su plenitud, brisa del NW se 5 nudos y la mar, poco mas que llana.
En la cena, los muchachos nos han contado del turismo náutico incipiente en el nuevo país de Montenegro, recién escindido de Servia, entre bromas hemos decidido retrasar un día nuestra llegada a Croacia para visitar el bello paraje de Boka Kotorca.
Este lugar se encuentra a escasas 25 millas al sur de Dubrovnik, así que hacia allí ponemos proa, la distancia de 105 millas.
La noche serena, aunque en la primera parte hemos soportado un intenso tráfico mercante y de ferrys, luego tranquilidad, sin detener el motor ni un momento, hasta arribar a la costa montenegrina a las 5 de la tarde.
La entrada en el prehistórico fiordo de Boka Kotorca espectacular, en sus márgenes los turistas disfrutan de sus vacaciones, remontamos sus 15 millas de recorrido hasta el final, donde nos han hablado de Kotor, una ciudad medieval amurallada, preciosa, aunque saturada por el turismo balcánico e italiano.
Este lugar posee amarres para todo tipo de barcos, aunque no tiene servicios.
Al ir a formalizar la entrada, el marinero de turno nos ha exigido primero formalizar la entrada legal en el país, pero como son más de las 19h y mañana nos vamos a primera hora, hemos llegado a un acuerdo con él, para que hiciese la vista gorda por una propina de 20€, pero el muy ladino, aprovechándose de la circunstancia, nos ha sacado otros 20. Total que nos hemos ahorrado los 100 que nos iban a cobrar por los papeles de ingreso, aunque ya hemos tomado nota de cómo se las gastan por aquí.
La visita al pueblo un encanto, a pleno día, ha de ser un horno metido en esta caldera y si no fuera por tanto turista ya sería la repanocha, pero que se le va hacer, estamos ya en Agosto.
Cena corrientita en un restaurante, todo muy guiri, aunque bastante barato. Para nuestra sorpresa la moneda que se maneja, el euro y los precios que hemos visto, la mitad que en la Europa Comunitaria. Un paseo junto a la vieja muralla, nos deja más que satisfechos por haber arribado a la última frontera, el último de los países europeos en conseguir la independencia.
Día 30 lunes.
Salimos a primerísimo hora, como somos ilegales, no queremos líos policiales, de todas formas navegar por el fiordo con los rayos solares en las crestas de las altas cumbres rocosas, le dan al espacio un encanto peculiar.
Nos detenemos a darnos un baño junto a las islitas de las iglesias quedándonos al pairo, los fondos no son menores a 30 metros, pero no corre una brizna de aire.
Nos detenemos junto a uno de los tres búnkeres, donde submarinos alemanes tenían sus bases y que aún conservan sus camuflajes anti-bombardeos
Es increíble este lugar 15 millas tierra adentro, aunque deja de ser un sublime encanto, por la cantidad de envases, (plásticos, vidrios, latas…) que vemos flotando por todos los lugares, una pena, tan poca cultura medio ambiental.
En poco más de dos horas y media, desde Kotor, alcanzamos la Boka Kotorca, doblamos la punta que pertenece a Croacia, donde se enclava una potente fortificación, en la que se pueden ver claramente las heridas de la guerra mundial, ponemos rumbo norte, para recorrer la 25 millas hasta Dubrovnik, navegamos cerquita de la costa, tomando buena nota de calas bien protegidas.
Antes de llegar, hacemos una visita al pueblito de Cavtat, al fondo de una recogida cala.
Entramos en el turístico y amurallado puerto viejo de Dubrovnik, por ver bien cerca las antiguas defensas militares, 4m de calado, aunque bastante reducido y las malas caras de los patrones turísticos.
Seguimos costeando hasta alcanzar el puerto comercial, al otro lado de la península, atracamos en el muelle de aduanas, junto a los ferrys para hacer la entrada oficial al país.
Primero hay que ir a un edificio cercano de inmigración, con los pasaportes de la tripulación, la documentación del barco, seguro, titulación del patrón, rellenar un documento y pagar 241 €, válido para un año, con lo que te entregan la “viñeta”.
Después se hace en el edificio del puerto el despacho de aduanas, se acercan los policías a echar un vistazo al barco y en una hora somos legales en Croacia.
Ahora queda donde amarrar. El único náutico se encuentra al fondo de un brazo de mar junto al puerto, otras casi tres millas, hacemos gasoil, pero aunque hay plazas libres, nos quedamos fondeados, junto a un bonito Formosa 60, cerca de la bocana, nos ahorramos 50€.
Una cenita en la vieja Dubrovnik, para acabar una intensa y calurosa jornada.
No os impacienteis mucho por la proxima cronica que puede que hasta el dia 5 no encuentre un ciber
Salud