Re: Mejor epoca para comprar un barco?
Hola, Camilo. Benvido a este antro de piratas locos por los barcos y demás temas relacionados con el mar.
Te paso el escrito de un post que puse en la versión del foro anterior. Es un pequeño resumen de mi experiencia.Espero que te pueda servir.
Saludos y buena compra.
Mi experiencia como comprador
He visto que, en muchas ocasiones, hay cofrad@s que, teniendo la intención de comprar un barco, preguntan que deben hacer, como mirar, donde mirar…
Yo ya he pasado por ahí unas cuantas veces, pero no es lo mismo comprar un “barquito” que un barco. El temor más generalizado es confundirse o que nos “metan la viruta”, bien porque nos den gato por liebre o bien porque paguemos más de lo que se debería. Si nos confundimos con un “barquito”, pues mala suerte. Se pierde un poco de pasta y se aprende para la próxima vez. Pero confundirse en un barco… pues muy mal.
Con este pequeño escrito que os paso, no pretendo dar con la panacea universal de qué hacer, si no de describiros por donde pasé yo, que pasó y que conseguí e intentar realizar una autocrítica de todo el proceso y su resultado. Comienzo contando un poco la historia.
Yo he tenido barquitos desde los 16 años y, claro está, mi sueño era tener un barco. Desde el primero, un chinchorro en madera de roble, con casco en tingladillo y claveteado en bronce, que salió de una subasta de material de desecho, al que le instalé un mástil con una vela latina, y con una eslora de 14’, pasando por uno auto fabricado, otro de vela pequeñito y el penúltimo, un velero Arcoa de 17’.
Siempre había soñado con uno “de verdad” y me prometí a mi mismo que, en cuanto tuviese tiempo para usarlo (vivo en Madrid, muy lejos del mar) me compraría uno. Lo primero fijé la eslora: entre 30 y 33’ (lo del velero estaba claro) y, como pensaba que primero amarre que barco, compré en Aguadulce (Almería) uno hasta esa medida.
El feliz día 30 de Enero del 2004 pasé a mejor vida, es decir, me prejubilé y el día 31 salía hacia Hondarribia (Fuenterrabía para los que no entiendan el eusquera – yo tampoco) para ver un Coronado 35 que estaba a la venta. Era mi intención ver muchos barcos, tomarme con calma la tarea y disfrutar de ella.
Recorrí todos los puertos del País Vasco hasta Bilbao, parando en cada uno de ellos, tomando notas, viendo barcos y… poniendo notas. Me tiré una semanita.
A mediados de Febrero me fui para Andalucía a ver específicamente un par de barcos que se vendían en Marbella. Cogí el tren hasta Málaga, alquilé un coche y, además de ver esos dos barcos, recorrí todos los puertos de la costa hasta Rota, en Cádiz. Seguí tomando notas, pero la eslora aumentaba ya que a mi mujer todos los barcos le parecían muy pequeños.
A todo esto, iba haciendo ofertas a la muy baja para todos aquellos que me podrían interesar y, como veía que iba a comprar uno más grande, en Aguadulce compré un amarre adecuado. Moraleja: me quedé sin pasta para comprar ningún barco.
En Marzo (desdichado 11M) estaba en Valencia, para recorrerme de nuevo la costa hasta Almería. Seguí viendo barcos y, en La Manga uno me guiñó el ojo. Es el actual, un Jeanneau de 39’. Pedían 11,5 millones de pelas, y les ofrecí 8,5. Me dijeron que no y ahí quedó la cosa.
Para meditar la compra, me fui a hacer el Camino de Santiago a pié, en lo que invertí 23 días y, a la vuelta, marché sobre Cataluña pero no vi nada que me hiciera más “tilín” que el Jeanneau.
Total, que hice mi oferta de nuevo pero aumentando a 9,5. Aceptaron inmediatamente. Mala cosa, pensé. Hicimos las pruebas de mar, saqué el barco y no encontré ningún defecto, con lo que me lo quedé.
A todas estas, vendí el amarre de 33’ y pude tener pasta de nuevo para poder comprar el barco.
¿Arrepentido?. No. Me gusta mucho y no me he gastado demasiado en él una vez comprado. Se han roto las cosas normales (bomba de agua dulce, una bomba de achique, rasgón de vela y dos drizas) pero el barco navega muy bien y estoy satisfecho con la compra, pero… pudiera haber sido mejor.
CRITICAS A LA ACTUACION
1º.- No tenía bien definido el barco a buscar. Empecé con una eslora entre 30 y 33’ y terminé comprando un 38’.
Moraleja: FIJAR PRIMERO CLARAMENTE QUE ESTÁS BUSCANDO.
2º.- Las prisas, la ilusión, las ganas de poseer tu barco no te dejan actual convenientemente. Comprobé que, además de lo que está en venta “a la vista”, hay mucho más. Tanto que saqué la conclusión de que casi el 50% del la flota de recreo está a la venta.
Moraleja: NO CORRAS. SEGURO QUE TU BARCO ESTÁ ESPERANDOTE Y NADIE TE LO VA A QUITAR
3º.- Cualquier barco tarda mucho en venderse y, a priori, piden “un huevo” por él. He visto barcos que llevan más de 3 años a la venta y que su precio inicial ha descendido a un 50%. Entre otros un Jeanneau Voyage, de 50’: pedían en principio 20 kilos (de pelas) y cuando llegué a verlo estaba en 11. No lo compré porque era demasiado grande, pero seguro lo habría sacado por 9,5. Y estoy seguro de que, el mío, lo habría comprado por 8 si llego a aguantar un poco más, por ejemplo hasta el invierno.
Moraleja: OFRECE MUCHÍSIMO MENOS DE LO QUE TE PIDAN, Y NO PAGUES MÁS DE LAS 3/5 PARTES DEL PRECIO QUE TE ESTÁN PIDIENDO. INSISTO, NADIE TE LO VA A QUITAR.
4º.- En mi vida, muchas veces he navegado en solitario. A mi mujer el barco no le gusta mucho (pese a sus 38’ lo sigue considerando pequeño e incómodo) y un 38’ es un pelín grande para ir solo.
Moraleja: COMPRA LO QUE REALMENTE NECESITAS Y NO TE DEJES INFLUIR POR NADIE A LA HORA DE DECIDIR.
Bueno, pues estas son mis conclusiones. No se si os habrá servido de algo o si habrá alguien, ex comprador, que haya sacado las mismas conclusiones.
Saludos a tod@s.
__________________
No es tan malo envejecer, si se considera la alternativa... (Katharine Hepburn)
... Pero que difícil es aceptarlo (Epops)
|