Esto no deja de ser una chapuza más de la decimonónica y casposa Autoridad Portuaria de Baleares, cuyos criterios son -- si es que tienen alguno -- más que erráticos. Hasta que no hagan una limpieza a fondo de directivos y cargos intermedios, siempre tendremos más de lo mismo.
Un día os contaré la historia (publicada) de un técnico portuario con apartamento en Formentera.
Purria.
En fin, unas

fresquitas, que me caliento.