De todas las experiencias aprendemos, pero sobre todo de las malas que nos hacen analizar como haberlo evitado. Incluso los relatos como el tuyo podemos aprender los demás.
En tu situación no sé como hubiera reaccionado, pero ahora en frio y desde el sofá hubiera intentado hacer virar el velero frenándolo por una banda hundiendo por ejemplo las dos manos o un cubo, pero la verdad, no sé si hubiera bastado.
La idea del ancla, perfecta, además te permite pegarte un chapuzón

.
La del motor, yo no lo haría, supongo que por pereza o por pensar que con un 4,20 es una lástima (depende de lo largo de las travesías quizás).
En fin, gracias por contar estas experiencias que nos hacen

y nos ayudan a ser más precavidos.
Unas cervecitas para la audiencia.
