¡Pues ya está el Salina en su Puerto Base! Gracias a los compañeros Danilo y Patapalo que se encargaron de que llegara sano y salvo, porque yo más que nada estuve estorbando
Como prometí, pequeña crónica del evento con fotos. Recogí a la marinería en Waypoint Puesto Los Monos y vamonos que nos vamos para Puerto Sherry. No hay viento, por lo que iremos a motoreta, pero por contra tenemos mar calmada y luna llena. La idea era salir de madrugada, pero el barco está en orden de marcha y nos entran ganas... Así que tras una coca-colita, echamos gasoil y a las siete y media listos.
Bueno, casi listos, porque al empezar a derramarse el Gasoil pensamos que el depósito iba lleno, pero luego ya en marcha vemos que marca 38,5l de los 60 que tiene... ¡Ay madre! ¿Y si no llegamos? Comenzamos a hacer planes de repostaje en Mazagón cuando... ¡¡CLOONC!! Golpe en los bajos. Estamos en medio de la Bahía, con distancia de resguardo a costa... ¿¿Que c*araj* ha sido eso?? Vigilamos la sentina un rato por si las moscas... Nada. Habremos pillado un tronco o una piedra no marcada
. Afortunadamente fue el único incidente de la travesía. ¡Estamos en marcha!
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Llevamos una hora navegando y el macarrón donde se marca el nivel de gasoil no parece moverse... Ay madre... ¿Y si ha pillado una burbuja o algo y no hay gasoil? ¿Y si no llegamos? Llamamos a Pacosal, antiguo propietario, que nos asegura que sin problema...
Un par de horitas. El marcador de gasoil casi ni se mueve. Hemos puesgto el piloto automático y vamos rumbo a Salmedina. Descubrimos que el
laser verde de puntear estrellas es el instrumento de navegación nocturna definitivo...
Aparece por fin Salmedina, que dejamos por estribor para no meternos en los corrales de Chipiona. Para mi es un momento especial, mi primer hito de navegación.
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Pasan las horas. Cenamos tortilla de patatas y filetes de pollo empanados que son recibidos con jolgorio por la tripulación. El marcador de gasoil baja tímidamente. El jodío no gasta más de litro y medio a la hora a 2.000 revoluciones, que nos dan un ritmo de 4.8 nudos durante todo el trayecto. ¡Alucino!
Enfilamos hacia Mazagón, viendo Matalascañas por la amura de estribor. Me congratulo de identificar los faros por sus destellos con ayuda de la carta, ¡El PER sirve para algo!
Danilo elige descansar un par de horitas, así que nos quedamos Patapalo y yo a cargo. Aparecen los primeros trasmallos... ¡aquello es un campo de minas!
Hasta las 3 de la mañana el tiempo fue manejable, pero a partir de ahí se levanta una rasca de narices. Hacía tiempo que no pasaba tanto frío, y eso con toda la equipación de rigor.
Nos cuesta identificar la entrada del puerto de Mazagón por la noche, pero nos acercamos a la costa y finalmente logramos aparcarlo en el pantalán. Son las cinco y media. Entre pitos y flautas nos dan las seis y nos echamos un par de horitas.
Amanece en Mazagón...
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Echamos gasoil más por superstición que por otra cosa, porque el barco ha gastado 15 litros en 10 horas de navegación (!!). Cafelito y tostada para Danilo y yo, poirque a Patapalo el Monster de medio litro que le metí entre pecho y espalda ayer le ha sentado como un tiro y prefiere descansar el resto de la mañana. Salimos para Punta Umbría sobre las 10 y media, y nos plantamos allí en un par de horitas. Entramos casi a pleamar y con poca corriente, por lo que no tenemos incidentes. Eso sí, la llegada al CDN Punta Umbría la cuento otro día, porque vaya la que liamos para encontrar su amarre y dejarlo listo (incluyendo una vuelta de 180º en parado en el pantalán, para dejarlo listo para salir, aprovechando la corriente con la ayuda de la marinería de la zona
). El caso es que a la una estamos allí y tras un buen rato de papeleos, gestiones y cambiar las defensas cinco veces acabamos dejándolo en su sitio.
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¡Misión cumplida! El Team Salina ha llegado sin complicaciones, y tras vaciar, ordenar y baldear, dejo el barco con mar de mares, que según me explica Danilo es la sensación que se te queda al bajar a tierra y sentir que la tierra se balancea como el mar
Me hubiera gustado rematar la faena con una buena comida, pero son las cuatro y media y a las seis hay que recoger al nano en Sevilla, así que todos de vuelta al Waypoint Puesto Los Monos, donde estrechamos manos y nos emplazamos a la próxima...
Una vez más, gracias especiales a Danilo y Patapalo, y a todos los que os habéis ofrecido para ayudar vía privados. ¡Os espero en la próxima!