He visto este verano por los fondeaderos pitiusos que modernos macroyates, al dar al botón de recoger el fondeo soltaban por el escobén o por la roldana de proa abundantes cantidades de agua.
Algunos ingenieros navales ya han caido en la cuenta de que el mejor modo de conservar la cadena y el pozo de anclas impecables es hacerle un enjuague con agua dulce antes de guardarla.
