¡¡¡Bien contado!!!
Lo de los niños y sus preguntas, en mi barco es habitual. Hay veces, cuando ya me han preguntado setenta y tres veces la misma cosa, que empiezo a responderles, cada vez, algo diferente. Y les da lo mismo. No analizan la respuesta. De lo que deduzco que preguntan como vía de escape a la excitación que sienten y como un modo de mantener el vínculo con el patrón-dios del que saben que dependen.
Que tengas un buen aterrizaje.