[El Temido II]

La arribada a Sebastopol, se hace por una especie de canal, entre arrecifes de coral, de unas 8 mn de longitud. En la zona de fondeo, a barlovento, solo tienes el arrecife, por lo que no hay vegetación que pare el viento. Las aguas están calmadas, pero la cálida brisa caribeña te acaricia y te envuelve constantemente. En estos casos, es cuando uno se percata de la cantidad de amperes que puede llegar a generar en buen eólico. Un aparato de esos, de 400W, puede meter a las baterías 200A en 24 horas; más que suficiente para abastecer una embarcación de 50’.

Como no podría ser de otra manera, en la pesca del día hay langostas. Pero hoy he decido sorprenderles y voy a cocinar un plato que no hemos tomado en toda la travesía: potaje de garbanzos…. con bacalao, no!. Con chorizo… tampoco. Con langosta, como está mandao. ¡¡Buenísimo, oigan!!. Ni el Arzak, ni el Ferrá, ni la m……. que los pa…. Una buena olla exprés y que suene el pirulo, con su psss, psss, psss….
“Andevé” como nos pusimos.

Y así, con la barriguita llena, a la mañana siguiente, pusimos rumbo a Bahía Redonda, una magnífica marina ubicada en el barrio de Lechería de Puerto La Cruz; una zona de canales y chalets que me recordó a Empuribrava o Santa Margarida, en la bahía de Roses.


Salud y