Cada día es más grande la cohorte de "bate records" que se tiran a la piscina oceánica, con gran despliegue de paginas web y acción mediática en general, en un intento, supongo yo, de hacer historia, dejarnos a todos con la boca abierta, financiarse vendiendo sus "increíbles aventuras" a la prolífica familia de los mass media o simplemente agrandar su ego con la mayor cantidad posible de testigos presenciales.
A mi no gusta.
El que tenga algo que contar, que lo escriba, que se lo curre, que nos excite la imaginación y que nos desnude su alma. Todo ello después de haber vivido algo que merezca la pena contar.
