Re: Rincón literario
Algo marinero, que llegan las vacaciones.
Dumaresq permaneció impasible.
—Esperaba que hubiera aquí algún oficial superior.
—Como le decía, comandante, el gobernador está ausente.
—¡De lo contrario no habría ningún maldito barco español anclado en el puerto, de eso estoy seguro.
Fitzpatrick esbozó una sonrisa forzada.
—No estamos en guerra con España. El San Agustín lleva una misión de paz. Está al mando del capitán de navío don Carlos Quintana. Es un oficial del más alto rango y una persona muy grata, y también él está amparado por la autoridad competente de su país. —Se recostó en su asiento, evidentemente complacido por su dominio de la situación—. Después de todo, ¿con qué pruebas cuenta realmente usted? La declaración de un hombre que murió antes de poder ser llevado ante la justicia, la confesión jurada de un renegado tan ansioso por salvar la piel que diría cualquier cosa que se le pidiera.
Dumaresq intentó disimular su amargura y respondió:
—Mi secretario llevaba otros valiosos documentos acusatorios cuando fue asesinado en Madeira.
—Y no le quede duda de que me siento realmente apenado por aquel episodio, comandante. Pero lanzar una calumnia contra el nombre de un caballero de tanta influencia como sir Piers Garrick sin tener pruebas sería un acto criminal en sí mismo. —Sonrió complaciente—. Yo le sugeriría que esperásemos instrucciones de Londres, ¿no le parece? Puede enviar sus despachos en el próximo barco de regreso a casa, que probablemente zarpará de Barbados. Podría permanecer fondeado allí y esperar instrucciones antes de actuar. Para entonces, es posible incluso que el gobernador haya vuelto, y también la escuadra, así que contaría con una autoridad de la Armada de graduación superior para apoyar sus acciones.
Dumaresq le espetó irritado:
—Eso puede llevar meses. Para entonces el pájaro habrá volado.
—Perdone mi falta de entusiasmo, pero, como le dije a don Carlos, todo pasó hace treinta años, así que, ¿a qué es debido este repentino interés?
—Garrick empezó siendo un delincuente y después se convirtió en un traidor. Usted se queja de las bandas de piratas que merodean por tierra firme y por todo el Caribe, que saquean ciudades y se dedican al pillaje con los barcos de ricos comerciantes, pero ¿se ha preguntado alguna vez de dónde sacan sus barcos? Como el Heloise, que salió recién construido de un astillero británico y fue enviado aquí con una tripulación de pasaje, ¿pero con qué objeto?
Bolitho escuchaba hechizado. El había esperado ver a Fitzpatrick ponerse en pie de un salto y requerir la presencia del jefe de la guarnición.
Rumbo al peligro.- Alexander Kent (Douglas Reeman)
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o acabarás pensando como vives.
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