A salvo de criterios regateros que desconozco, creo que el ánodo nunca está de más; es barato, se coloca fácil y no molesta.
Menda lleva puesto uno de los de disco desde hace tiempo; la verdad es que en mi ablución anual no aprecio corrosión ni en el zinc ni en la orza (claro que cuando le quite los percebes...).
