Lo siento, pero yo no quitaría el termostato.
Su función es (ya está claro) regular la temperatura de trabajo del motor, haciendo que éste ttrabaje sobre su temperatura óptima (sobre los 85-95 grados C.). Si lo quitas, no solo puede tardar más en coger su temperatura de trabajo, es posible que no llegue a alcanzarla.
Efectos:
El aceite puede trabajar en un rango de temperaturas inferior al que por su viscosidad deba, impidiendo que el engrase sea totalmente efectivo (sobre todo en con los aceites multigrado, que todo el mundo usa).
Camisa, segmentos y pistónes verán aumentado el rozamiento si no se trabaja a la temperatura adecuada, produciendo un mayor desgaste con el consiguiente acortamiento de la vida del motor.
Rodamientos y casquillos de biela sufrirán más estrés debido a una mala lubricación.
Por supuesto que en climas cálidos el problema es menor, pero sólo es menor, el problema persiste, sino ¿para qué demonios lo siguen manteniendo TODAS las casas fabricantes de motores?
Para eso utilizarían motores refrigerados por aire directamente, ni termostatos, ni intercambiadores de calor, ni bombas, ni grifos de fondo...
Piénsalo

Y estas a tu salud
