En primer lugar, copas y más copas para todos.
Después comentaros, aunque tenga que ver de lejos con Moitessier, y sí de cerca con el Camino de Santiago; que sí, que efectivamente te encuentras después de unos días de caminar, en un estado de paz y tranquilidad bastante envidiable que añoras cuando vuelves a la "civilización".
¿Que es un síndrome?, bueno pués llamémosle así o como querías; pero que ocurre a la mayoría de los peregrinos, eso es totalmente cierto. Lo que es indudable es su caracter positivo.
Quizás en las largas navegaciones en solitario ocurra lo mismo; será cuestión de probarlo más pronto que tarde.
Saludos, ultreia y copas para todos. Para mí, de recuerdos estupendos por los caminos de España.
