Después de un período de observación de lo que se come, se bebe y se aprende en esta taberna, me presento.
Como a muchos que vivimos en el interior, escribo desde la capital del reino, siempre me han gustado los barcos, de todo tipo. Una travesía en velero, hace cuatro años, me inoculó un virus y me abrió un nuevo mundo. A los ocho meses llegué a patrón de yate y me pareció razonable parar para amortizar los títulos.
Diversas situaciones me han impedido realizar mi sueño, tener un velero, hasta hace unos meses. Con mi Sun 2500 navego por Oropesa, eso si con una L del tamaño del mastil y la botavara.
Para celebrar mi llegada, estáis todos invitados a unas rondas.
Saludos tabernarios.