Un día iba yo a ordeñar a mi vaca cuando llegó un inspector de sanidad a hacer una revisión de la granja. Llamé a mi mujer para que le acompañara en su revisión mientras yo iba a ordeñar a Lucera, que parecía nerviosa aquella mañana.
entré en el establo:
-Buenos días Lucera!
Coloqué el taburete al lado de Lucera y el cubo debajo de sus ubres y cuando me disponía a ordeñar, Lucera dió un golpe con su rabo al cubo y lo mandó al otro lado del establo.
-Tranquila Lucera! le dije yo
Volví a colocar el cubo pero en cuanto agarré la ubre, !zas! rabazo que te crío al cubo.
Pensando pensando una solución se me ocurrió atarle el rabo a algún sitio para que no siguiera con su empeño.
De las vigas del techo colgaba una cuerda y pensé que ahí podria atarlo así que puse el taburete detras de la vaca, agarré el rabo y cuando lo intenté atar, la cuerda era demasiado corta, en ese momento, se me ocurrió usar mi cinturón para alargarla y así poder acabar el trabajo, me lo desaté y en cuanto me lo saqué, mis pantalones se deslizaron perneras abajo. Allí estaba yo, subido al taburete detras de Lucera, con el rabo de la vaca en una mano, mi cinturón en la otra y los pantalones en los tobillos cuando de repente se abre la puerta del establo:
-!¿Pero qué haces??
Preguntó mi mujer mientras al inspector se le caían todos los papeles al suelo y no dejaba de mirarme anonadado
- Mira cariño, para que te voy a contar algo si no me vas a creer....me estoy foll*ndo a la vaca!
