Mirad qué buenísimo "poema de mar" a una ciudad alcarreña y de interior que sólo ve el agua pasar, sin estridencias y en silencio, junto a su Alameda.
ROMANCE DE LAS SALINAS DE SIGÜENZA
Agustín de Foxá (1906 - 1959 )
Las salinas de Sigüenza
¡qué lejos están del mar!
Para tu alcoba, mi niña,
te haré un velero de sal.
Se cree torre costera
o faro, la catedral,
cuando la brisa salada
llega dormida, al altar.
Volando por las salinas
Que están cerca del trigal
¡ya eres húmeda gaviota
paloma del palomar!
Sedientos los salineros
Preguntan: ¡Dónde está el mar!
¡Quién tuviera en vez de un carro
un barco para remar!
¡Sigüenza; ¿por qué te hablaron
de arados y de trillar
si tienes sueños de brújula
bajo la estrella polar?
¡Sigüenza: puerto sin agua
con tu doncel capitán
leyendo un libro de náutica
bajo el plomado cristal!
Si algún día
pinto un mapa
Te pondré en el litoral.
Soy hijo de seguntina, y he pasado mis veranos de infancia correteando entre el Henares, en la Alameda, y el Bosque, llegando por la pinarilla. De hecho soy más de pinar que de travesañas, pero el horno temprano por la mañana para hacer "harinosas" o magdalenas no se lo salta un gitano.Por eso este poema en concreto, me llena de emociones, siendo que he cambiado el carro y la huerta por las cartas náuticas y el olor a brisa y salitre.
