Una batallita:
Mi patín, un buen día, con vientecillo fresco y siguiendo una regata, saltó, comenzándo a rasgar la vela. Como siempre, estas cosas pasan en el peor momento, dejándonos tirados justo en la trayectoria de subida a la boya. Hicimos una ligada con un cabo para salir del paso (con el tiempo justito para arrancar y virar... y escuchar los recuerdos a toda mi familia de los tres primeros todo sea dicho).
La ligada, todavía sigue ahí porque funciona bastante mejor de lo que lo hacía el patín y, vistos los resultados (tres meses contra dos años y pico) me inspira mucha más confianza.
