
Si señor, en verano, a vela. En los embalses de Cachamuiña y As Conchas. Mejor éste.

Nos levantábamos a las 8 -una hora intempestiva-, desayunábamos un tazón de un cuartillo de aguardiente con azúcar, galletas y un chorizo con huevos fritos y después a navegar, pero ojo, solo hasta la hora de comer, después de la siesta volvíamos.
También por el Sil, en un barco turístico con G.P.S. encendido y todo

¡Placer ¡Oiga!
