Lo de subir a la perilla pasando la driza por un guinche, según.
El que sube debe tener paciencia. Y ver de que no se le escurran las correas del arnés a la entrepierna en plena ascensión y lo dejen medio manco.
Y el del guinche conviene estar bien alimentado.
Una vez vi ofrecerse a un voluntarioso patrón motero que presenciaba una de estas maniobras, para hacer firme el chicote de la driza a una de sus bitas de popa y pegar un acelerón...
El esforzado del guinche se animaba a probar.

Pero el que subía dijo que pa qué, que si aquello de que ya faltaba menos, y mejor lo conocido y dejarse de novedades...
