Lo siento de verdad como si me hubiera pasado a mi.
Me estaba construyendo una casita en el campo y los amigos de lo ajeno

en varias visitas me dejaron sin ganas y con la obra por acabar. Se te queda un cuerpo y un sentimiento de impotencia repugnante.
En alguna ocasión algún propietario de casetas o similar me cuentan las gangas que se pueden encontarar a ciertas horas en los rastrillos.

Si no hubieran compradores de material de dudosa procedencia se acababan los robos en un periquete.
Ánimo y vuelve a aparejar esa belleza como os merecéis los dos.
Si es posible tener ese barco en marina seca en una cuna que te permita tenerlo arbolado y botarlo por rampa puede que no sea muy gravoso el tenerlo en puerto y te ahorras las varadas.

Suerte en lo que decidas.