Se oían guitarras. Terry y yo miramos las estrellas y nos besamos.
—
Mañana —dijo ella—. Todo se arreglará mañana, ¿verdad que sí, Sal querido?
—Seguro que sí, guapa,
mañana —y siempre era
mañana. Durante la semana siguiente no oí otra cosa...
mañana, una palabra hermosa que probablemente quiera decir cielo.
En el camino,
Jack Kerouac
Buenos vientos!
