Más razón que un santo. He gritado mucho más de lo que me gustaría reconocer, y me han gritado más de lo que estuve dispuesto a aguantar.
En dos ocasiones le dije a patrónes que si me seguían gritando me metía dentro
Dominar los nervios no es fácil, es un ejercicio constante... y los que tenemos temperamento aún lo tenemos más difícil.
En fin, perfeccionarse diariamente... un objetivo que suena budista

Pero en el fondo es necesario, en esto y en muchas cosas.
Una anécdota:
Un amigo mío, de cierta edad contaba que hace muchos años coincidió en una tripulación con un extranjero. Al acabar la regata, ya en tierra, el extranjero se despidió de él diciendo: Hasta luego, cabrón. Él le contestó que su nombre era Juan, o Pepe, que eso da igual, que cabrón es en castellano un insulto que le dirigía el patrón para referirse a él...


Así era la vida antes. También los profesores nos maltrataban y algunos padres usaban la correa con sus hijos. Por suerte nos vamos civilizando (algo) y en el mar, también.

