En varias zonas de Baleares hay pececilos de un par de cm de largo, de esos que luego ponen en las tiendas de pedicura, que comen toda aquella pielecilla o borde de herida que encuentran.
Los he sufrido-disfrutado en Mallorca y en Formentera.
Y por lo que he podido comprobar pasa como con los mosquitos, a unas personas le pican más que a otras.
Fué divertido ver como a un grupo de chiquillas le daban un buen susto.
Normalmente basta agitar constantemente las manos o las piernas para que no se acerquen, pero si "les gustas" se ponen pesaditos.