[Nirvana tres]

El día 29 sábado, sobre las 05:00 doblamos el cabo San Vicente, la mar seguía calmada y el viento era flojo. Volvemos a echar cuentas y decidimos repostar en Vilamoura en al Algarve, poco antes de llegar oímos un ruido raro en el motor, paramos y después de varias comprobaciones observamos que el ventilador de extracción de aire esta en mal estado y es el causante del ruido, como solución de emergencia y dado que estamos en invierno decidimos cortar el cable de alimentación para que no pase a mayores, de todas maneras vamos abriendo el compartimiento del motor para que este se ventile. Poco antes de llegar a Vilamoura el curry suena, Josep por fin se resarciría de todos los comentarios que fuimos haciendo por el camino, pero que mala suerte a 5 metros de subir la pieza el giratorio se rompe y la pieza se va al agua, aproximadamente de entre 4 a 5 kilos la honra de Josep ha quedado salvada pero la pieza se fue al agua. Sobre las 12:30 hacemos entrada en el Marina de Vilamoura, por cierto muy bonita, repostamos, combustible y agua, endulzamos un poco el barco con agua dulce para quitarle la sal, y nos disponemos a comer en tierra, nos indican que justo detrás de la Marina hay un restaurante muy bueno, vamos y la verdad que solo tenían pescado, pero bueno y fresco nos metimos en nuestro cuerpo una dorada y un rodaballo (Salvajes no de piscifactoría) regados con dos botellas de blanco de la tierra, que nos dejo como nuevos. De vuelta al barco y zarpamos ahora con rumbo a Gibraltar, quedan aproximadamente 130 millas. Hablamos con Albert por teléfono y nos indica que el parte sigue siendo bueno, pues nada a por el estrecho, También nos dice que está mejor de la bronquitis y después de hacer algunos cálculos quedamos en Almerimar el día 31, que sorpresa para él y para nosotros, Albert tenía mucha ilusión en realizar este viaje tanto así que su equipaje esta estibado en el barco. Volvemos a ver una preciosa puesta de Sol y sobre la 20:00 dejamos las aguas Portuguesas y entramos en las aguas Españolas. Para cenar preparemos unos sobres de tallarines a la Boloñesa con salchichas, ensaladas de atún con pasta, mejillones, etc., regado por supuesto con Loxarel “Eos”, postres varios, natillas, flan, macedonias, y buen café. Para cenar pusimos el radar un cenemos todos juntos en el salón del barco el mar estaba en calma y el barco prácticamente no se movía, Mientras tanto iban pasando las millas, volvimos a establecer las horas de guardia esta vez sí cabe más reforzadas pues nos acercábamos al estrecho ya es la cuarta noche que pasamos seguida navegando.