Se intentará, se intentará...
Aunque todos en algún momento hemos pecado, el minuto de gloria vale para bien poco en esta regata (y en todas en general). Es como el ajedrez, antes de mover hay que llevar pensadas los dos o tres movimientos siguientes y si hay que sacrificar, se sacrifica y se envaina uno su ego... aunque claro, a veces sale, a veces no. San putigrib acaba siempre por hacer lo que le sale de su entrepierna.
Ale, suerte a todos/as