Al precio que tiene el grafeno, no lo veremos en bastante tiempo en barcos normales; a lo mejor en algún yate de superlujo. Algo parecido ocurrió al comienzo de la era del aluminio: la gente con mucho dinero lo utilizaba para vajillas y cubiertos de lujo y costaba tanto como el oro, por lo que no digo que la situación respecto al grafeno no pueda cambiar. De momento, me gustaría un barco de aluminio.
Salud y buenos materiales



Nemo