Ahora ya entiendo. Hace unos años me salio novia por Malaga y parecia lo mio la cancion del Sabina, tren palante y patras...
Vivia ella en la colina de Pedregalejo y bajabamos bastante a comer conchafina a la orilla del mar, justo al lado donde veia con alegria y alborozo existir todavia unos astilleros tradicionales en plena ciudad.
Creia haber encontrado el mas alla, pero muy acá, novia y barcos en el mismo vecindario

y no recibi broncas por perder mas tiempo del recomendable perdido por esas instalaciones, de las que supe la gran presion a que eran sometidas por el desarrollismo inmobiliario.
Muy buena esta iniciativa...vi como sabian trabajar y era artesania de altisimo nivel.
Es casi un tema cultural el mantener vivo algo asi, que dentro de poco para una pala de timon en madera habra que recurrir a China, los unicos que seguiran trabajando y construyendo, en vez de cambiar piezas de fabrica en serie
Bien
