La verdad sobre los coches eléctricos
La experiencia del futuro comprador de un coche eléctrico es realmente decepcionante.
Lejos de entrar en contacto con una tecnología revolucionaria, limpia y barata, se encuentra en el concesionario con vehículos muy caros, que ni siquiera llegan a los 200 km de autonomía (en realidad, se apresuran a decir los vendedores, llegas a los 150 con suerte), que pueden tener graves problemas con las baterías y que carecen de una solución de recarga eficaz y universal.
Da la sensación, seguramente errónea, de que las grandes marcas no tienen ningún interés en el coche eléctrico. En realidad,
parece que el coche eléctrico funciona como una cortina de humo (dicho así) que permite lavar la cara de los fabricantes mientras venden el 99,8% de los coches del mercado, de motor térmico por supuesto.
