Cofrade Sorias, todos tenemos meteduras de pata en nuestro aprendizaje por esos mares de Dios.
Contaba yo con 19 septiembres y en la primera regata del Princesa Sofía salí en plan guay, es decir, con un jerserito de pico, un polo fucsia y unos vaqueros. Por supuesto sin calcetines, no fuera que la imagen se estropeara. Por aquello de prevenir llevé también unos pantalones impermeables amarillos sin parte de arriba. "Psché, por si las moscas" pensé. Lucía el sol y todo estaba en calma. Todo cambió, lamentablemente. Cuando el temporal se cebó sobre mi pequeño 3/4 de tonelada y mi temperatura corporal había bajado un grado y medio y no me podía mover, y estaba calado hasta el tuétano, y cada roción me debilitaba un poco más, llegamos. Al bajar como un robot del barco el patrón me preguntó si había pasado frío. Contesté tiritando que s-s-s-s-si, y el me miró socarrón y me dijo. "Nunca más volverás a pasar frío navegando, ya lo verás." Y tuvo razón.
Ánimo y unas cañas (para digerir mi batallita de abuelo cebolleta

)