No pasará, pero puede pasar:
Salgo a vela-pesca por la tarde, con mar plana y una brisita. Es verano y hace bueno. El barco va a 3-4 nudos y las caballas llenan ya el balde. Estoy a 3 millas de la costa, y me acerco a proa para desenredar una escota pillada en esa cornamusa que malpensó el diseñador.
En estas empieza a sonar una picada, el carrete me deleita con su rrrrrrrrrrr!
Voy corriendo para popa y... me engancho el pie en algo, y sin darme ni cuenta me veo en el agua. Cuando me recupero del susto, veo con pánico que el barco sigue su curso a 4 nudos, cada vez más lejos de mi, camino de Africa. Inalcanzable.
Son las 20:30 de un día de julio. El chaleco se infló correctamente y por ahora no siento fría el agua.
Hice muy mal en no llevar puesta la linea de vida. Mira que me lo tengo dicho. No veo barco alguno en el horizonte.
Estoy muy cabreado. Pero no asustado. Porque siento en el bolsillo de mi chaleco el móvil a prueba de chapuzones. Lo saco, y efectivamente funciona bien. Una llamada al 900 202 202 y transmito mi posición a Salvamento. Bueno, la verdad es que Salvamento sabe perfectamente donde estoy: cada vez que salgo sólo, utilizo la aplicación SafeTrx (
https://play.google.com/store/apps/d....sasemar&hl=es)
He sido un idiota, y se me ha escapado el barco y la llampuga que picó.
Idiota, idiota seré. Pero no giliponias: jamás me aparto de lo que puede ser la diferencia entre contarlo y no contarlo.
Para esto sirve un móvil resistente al agua.