Amigo Roger Rabbit, tras leerte no he podido contener la necesidad de escribir lo siguiente:
1º.- Con tu razonamiento tan coherente has acabado mostrando, quizá sin pretenderlo, lo bien amueblada que tienes la cabeza, lo que irremediablemente nos descubre a un hombre ordenado, al menos cabalmente.
2º.- Con tu razonamiento tan coherente acabas de alcanzar, quizá sin pretenderlo, irremediablemente mi respeto, al menos intelectualmente.
