Si te gusta el mar, la vida de mar, y navegar, pero ves un velero como algo equipado como un amasijo de cabos que no sabes ni para que sirven, y no te interesa ni saberlo, que se desplaza más lento de lo que quisieras, que además tiene la mala costumbre de escorar cuando a tí te parece más lógico,cómodo, y natural desplazarte plano...no veo la razón por la que renunciar a un barco de motor en cualquiera de sus mútiples variedades, ya sea un casco de desplazamiento y navegar pausado, casco planeador, uno o varios motores..etc.
Si por contra te hace feliz navegar a vela, disfrutas de una buena ceñida, de un través, de un largo, de una planeada con el Spi, o simplemente de una plácida navegación con ventolina sin el ruído de un motor...no elijas un barco de motor para ir añorando como te sentirías sobre un velero solo con observar las rachas sobre las olas.
Una vez tienes claro a que grupo perteneces, solo cabe tener también claro, además del presupuesto con el que cuentas, el uso que vas a darle.
Si se trata de pasar unas horas en una magnífica cala, para seguidamente regresar a casa, con cualquier barca puedes hacer muy felices a tus hijos menores.
Si se trata de pasar días seguidos o semanas embarcado, lo más adecuado es elegir un barco que no solo dé las prestaciones que quieras exigirle, sino que pueda ser maniobrado sin especial dificultad por la tripulación con la que cuentas en cualquier condición que se presente en la mar.
Nada más efectivo para desencantar a la familia que pasar un “mal trago” a bordo por mal tiempo, con críos asustados y almitanta temiendo lo peor...
A mi criterio la fórmula ideal es renunciar a acertar a la primera; empezar con un barco que cumpla con aquél programa que crees que te satisfará, observar como encaja la familia, y más adelante, con la experiencia adquirida y con la seguridad de que la afición es compartida, apuntar a encontrar un barco que se ajuste plenamente a lo que ya sabes seguro que harás con él.
Digo ésto porque sin el ensayo y experiencia previa, no siempre aquello que anhelas se cumple, y muchos los barcos que adquiridos con grandes planes que realizar permanecen amarrados en el pantalán la mayor parte de los días que podrían estar en el mar.
Saludos cordiales
