Re: La mujeres de la mar
Mulleres de Ferro.
En plena posguerra viuda y con una misera paga y cuatro hijos era una mala combinacion para aquellos malos tiempos.
Era una mujer muy fuerte tanto física como mentalmente su dura vida así la había moldeado, como un artista moldea una bella figura con un misero trozo de barro, le toco vivir en esa "puta" miseria casi toda su vida con un brevisimo intervalo que disfruto con su único y gran amor.
La vida le dio su primer palo siendo muy joven casi una niña llevándole a su niñita,solo tenia 3 añitos, pero se levanto y continuo su duro camino,un camino que la llevaría a tener cuatro sanos hijos dos niños y dos niñas eran preciosos y eran la alegría de su vida junto con su marido pero había que alimentarlos y mi abuelo harto de tanta miseria se enrolo en un barco bacaladero de la pitsbe con la ilusión de que su familia llevase una vida fuera de aquella cruel miseria, no importaba sacrificar la propia vida.
Todo fue bien un tiempo y las cosas cambiaron mucho sus hijos ya no pasaban hambre pero ella en silencio sufría por la ausencia continua de su amado marido que era su vida.
Cuando el llegaba a casa tras un longuísimo periodo sin verlo todo era una fiesta se ponía su mejor vestido cosido con sus manos a la luz de una vela y con sus cuatro hijos y su hermosa sonrisa iban caminando a esperar su llegada.
Que felices eran en esos cortos periodos y que desgarradoras eran las despedidas y aun lo seria mas si supiese que era su ultima noche con el.
El era un hombre tranquilo y apacible, la vida que llevaba no había conseguido embrutecer a aquel dulce hombre que siempre tenia una infinita paciencia con sus hijos y una palabra cariñosa para su amada mujer,el corto mes que echaba con los suyos usaba una pequeña embarcación con la que salia cada día a levantar unos aparejos fabricados con sus manos y a la noche en sus pocos ratos libres moldeaba con su tosca navaja a la claridad del fuego preciosos barcos que por arte de magia sacaba de un trozo de madera cuidadosamente por el elegido.
Marcho con su petate a cuestas y una sonrisa cariñosa y triste despidiendose de los suyos,fue la ultima vez que lo vieron meses mas tarde mi abuela recibe una carta donde la informaban de su muerte y en la misma carta la informaban de la misera paga que recibiría por viuda de "mozo de muelle" cuando el era uno de los mas expertos y estimados trabajadores del barco.
Meses mas tarde varios compañeros y asta el Capitan se acercaron a junto aquella pobre mujer a contarle lo que la compañía no le había contado y a rendirle todo su apoyo.
Desde el mismo momento que recibió la fatídica carta asta el día de su muerte con 83 años en mis brazos una tarde lluviosa mientras los demás corrían a por el medico yo recibí el mejor regalo de mi vida,en mis brazos me regalo su ultima mirada llena de ternura y felicidad, en sus ojos había felicidad como si al fin después de tantos años y tan largo y duro camino se estuviese encontrando con el,ese instante es uno de los mayores tesoros que guarda mi corazón y mi alma.
El camino de aquella mujer con apenas 30 años y cuatro hijos y sin nadie que le ayudase fue muy,muy duro pero nuca a sus hijos les falto de nada,se fue trabajar a las fabricas de pescado no tenia otra salida y allí cargada su cabeza con un enorme cesto de mimbre descargaba junto a otras "heroínas" porque para mi lo son los barcos que atracaban de bajamar para descargar el xurelo la xarda y la sadina y aquellas mujeres de "ferro" los decargaban a cestos y metiéndose en las congeladas aguas que le llegaban al pecho llebavan la enorme carga sobre sus cabezas una y otra vez asta descargar el barco y después otro y eso día tras día por una misera paga con la que mal alimentaban a sus hijos.
Mil veces la quisieron convencerla sus hijos de ponerse un vestido o de acudir a una fiesta y nuca acepto de negro vivio y de negro murió y nunca jamas volvió a ninguna fiesta ni siquiera a la boda de sus hijos.
Solo en alguna ocasión pude convencerla para llevarla en el coche a algún pueblo cercano donde se asombraba de lo cambiado que estaba y a su mente siempre presente acudía el día que con su marido había estado allí y llenandose los ojos de lágrimas susurraba,"meu home,pobriño,pobriño".
Mi madre empezó de la nada con la ilusión de tener su casita a base de ahorrar peseta a peseta y siempre con nosotros a cuestas corría todo el día de un lado a otro para el terreno donde plantaba patatas,cebollas,zanahoria,etc,para las cabañas donde tenia gallinas,cerdos,conejos y corría con la marea a mariscar para sacarse algo extra.
Luego cuando compraron el barco se dedico a redera y día y noche cosía las redes con las que salíamos a pescar aun hoy lo hace y es quien me enseño a hacerme mis propios aparejos que armo en la pequeña cabaña donde mi abuelo guardaba los suyos.
He intentado resumir lo mas posible y mas que nada me apetecía contaros esto en memoria a estas "mulleres de ferro" que escondidas en la sombra de sus maridos fueron las cuadernas que en la sombra aguantan todo el peso y terribles esfuerzos del pequeño barquito que metido en una terrible tempestad lucha simplemente por sobrevivir,nunca en mi vida escuche de sus labios ningún tipo de queja o reproche.
Por ellas que fueron el apoyo,consuelo y el motor de vida de tantas duras vidas ligadas a la mar, por ellas que nos dieron la vida la esperanza y sin ninguna duda entregaron las suyas a cambio de las nuestras.
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Si la vida es un barco,...
que haya sueños en las velas,
esperanza en el timon,...
y no esclavos en los remos.
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