Dos de los secretos mágicos de los mecánicos de aviación de los tiempos heroicos, ó en los lugares apartados y con los cacharros mecánicos (tenían muchos trucos, que remedio), eran el agua dulce abundante muy caliente, y la parafina "a temperatura de biberón". Yo lo uso habitualmente para cuando se gripan las partes móviles del equipo de viento, los enrolladores de proa, el molinete, los winches, poleas atascadas, etc.
Es necesario aclarar después con abundante agua dulce.
