Estimado cofrade Erice:
Yo disfruté de esa experiencia en la que tú te embarcas esta verano pasado, de charter por ibiza.
El patrón: Servidor de usted (que dios nos pille confesaos), por entonces ni nick era grumetepardillo. No te digo más.
La que mandaba de verdad: Mi almiranta. Había navegado en media docena de regatas con unos amigos. No sabía mucho pero tenía claro que el tangón es un tío majo de verdad.
La tripu: Tres amigas y un amigo que no se habían embarcado en la vida.
Lo que pasó: Dado que el barco de charter tenía todas las comodidades desde el punto de vista de la navegación (enrolladores de mayor y génova, gps, plotter con cartas, molinete de ancla, etc...) no hacía falta la colaboración de la tripu para nada. De todos modos, ellos mismos eran los que pedían colaborar y que les dieras trabajo. Así que la cosa de la navegación quedaba a mi cargo, y las comidas y demás a cargo del resto.
Colaboraban a la hora de atracar y fondear, y llevaban el timón cuando les apetecía.
Lo que no conseguí es que hubiera orden en el barco. No logré que mantuvieran despejada la mesa de cartas. Al tercer día me rendí y dejé de limpiarla de trastos.
En cuanto a lo de aprender, entre lo que se te va ocurriendo y lo que te van preguntando va saliendo solo. Si no te preguntan, es que no les interesa (así puedes disfrutar tú más del barco jejeje).
Al final se les hizo pesada toda una semana, y a mi almiranta y a mi se nos hizo corta. No todos tenemos los mismos gustos.
