Hombre, sacar a los amigos de crucero es un mix entre gran hermano y vacaciones en el mar. Tiene que haber buen ambiente, buen rollete entre la gente y buen humor.
Lo normal es que la gente colabore lo justo y acabes currando más de lo que crees. Pero es lo que hay, a tí te gusta navega, quieres hacerlo con ellos y ellas

y si no saben hay que hacer las cosas. Normalmente todo discurre muy fácil.
Una cosa es importante: la democracia se queda en tierra. Para ciertas cosas tienes que asumir que tú tienes criterio y el resto no. A veces decirle a la gente que hay que cambiar de fondeo porque el parte anuncia tal y es mejor estar en otro lado no es agradable. Te sientes que estás cortando el rollo, pero sabes que si te quedas habrá conga por la noche.
Y es importante explicar las maniobras que requieren colaboración con tiempo, con calma y asegurarse de que te entienden. Igual que tu criterio prevalece, la culpa siempre es tuya. Si ellos hacen algo mal es que tú no supiste explicarlo suficientemente claro. Y te aseguro que me ha pasado demasiadas veces. Eso suele acabar en un grito fuera de tiempo, que a veces es inevitable. En esos casos para mí es importante disculparme lo antes posible. Cuando gritas a un tripusol que suelte la amarra no te entiende, no sabe porque le gritas, no sabe que puede pasar si no la suelta y está empanao, pero con razón.
Y sobre lo de enseñar, espera a ver que interés tienen. No todos querrán aprender, y no todos con las mismas ganas. No es saber enseñar, es que ellos tengan interés. Lo normal es que haya quien quiera saber como funcionan las cosas y quien quiera que no le mareen.
Pero navegar con amigos es un placer. Hay momentos que no cambiarías por nada en el mundo. Siempre compensa.
Suerte.
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