Pues si, Diego, se echa de menos al Morito y otros cofrades que nos han
dejado demasiado pronto. Es muy frecuente terminar recordándolos, por
un motivo u otro.
Hemos pasado de la comunicación escrita, a compartir muy buenos momentos
juntos y eso queda grabado en nuestro corazón, por mucho tiempo que pase.
Un

por Miguel y compañía.