Saludos, seguimos con el capítulo de Corsarios, Piratas y asimilados en la Marina Española.
Hoy traigo el relato de alguien que ya hablamos, Benito Soto.
Fuente: Emilio de la Vega, Historia Personajes y Efemérides
El 25 de enero de 1830 fue ahorcado en Gibraltar tras ser apresado en Tarifa el pirata gallego Benito Soto, uno de los más temidos de la época a pesar de que sólo tenía 25 años.
El poeta José de Espronceda se inspiró en él para componer su famosa Canción del Pirata y muchos autores han escrito sobre las aventuras de este corsario español que atacó principalmente a navíos ingleses…Es cierto que no se puede considerar a Soto como un héroe, pero sus ataques a los británicos, con los que no tuvo piedad, contribuyeron a engrandecer su leyenda… La sentencia de muerte de Benito Soto fue dictada por un tribunal inglés porque Fernando VII por expresa voluntad la cedió a manos británicas.
Sin embargo el rey felón se encargó de que la mayoría de la tripulación del bergantín de Soto fuese juzgada y sentenciada a muerte por una magistratura militar española.
En la opinión del historiador Jesús Borrego en realidad aquellos piratas no habían hecho daño a España, pero para Fernando VII la ciudad de Cádiz era especialmente aborrecible por ser cuna de los liberales, por eso, para infundir terror a sus habitantes, ordenó que los cuerpos de los piratas fueran descuartizados y exhibidos públicamente…
Según la crónica de Carlos Canales los últimos momentos de Soto fueron especialmente horribles: "
El verdugo colocó la cuerda demasiado alta, pero Soto lo ayudó subiéndose al ataúd para meter bien la cabeza en el lazo y, tras gritar al público ¡Adiós a todos, la función ha terminado! saltó al vacío, pero los pies tocaban el suelo y no acabó de ahogarse hasta que el verdugo, con una pala, quitó algo de tierra bajo sus pies y el pirata finalmente murió".
