Buena pregunta, hace poco estuve en tu misma situación, la misma duda, y el mismo sentimiento. Nuestros barcos no son simples objetos, tienen personalidad, alma. Se comparte con ellos muchos momentos, Buenos y no tan buenos. Y con las personas con las que se disfrutan. Yo cambié, a mayor eslora, mayor comodidad, más autonomía...., también más gasto, más trabajo (ya que el que compré necesitaba mimos), más desconocimiento del bicho (hasta que no lo tenga todo controlado), y más aprendizaje. Te puedo asegurar que no pasa un día de navegación que no me acuerde de mí viejo barco. Y alguna que otra vez pienso porque lo cambiaría

. Pero creo que si somos los animales del mar, siempre en busca de nuevos rumbos.....