
A mi entender, hay una cosa básica, la disciplina.
En una situación de alerta continua, una veces más intensa que otras, hay que adoptar una disciplina de sueño.
Es imposible permanecer en vigilia más de 24 horas. La concentración decae, la atención no se mantiene, el pensamiento analítico se bloquea.
Por eso, es importante una disciplina. Establecer tiempos de sueño y respetarlos, siempre que la situación lo permita, que es recomendable que sean de 40 minutos cada 4 horas. Esto hace un total de 240 minutos de sueño en 24 horas, lo que equivale a dormir 8 horas.
Evidentemente, esos 240 minutos no tendrán la intensidad reparadora de 8 horas continuadas de sueño, pero evitarán los perjuicios de la vigilia continuada.
Para favorecer conciliar el sueño en esos 40 minutos cuando no coinciden con la comida ni con la cena, ingerir algo de alimento (chocolate, galletas, fruta, frutos secos, por ejemplo), una infusión caliente si hace frío y bien abrigadito, o una refrescante si hace calor y a la sombrita, ayudan mucho.
Y algo muy importante. Iniciar esos 40 minutos absolutamente relajados. Con la seguridad que todo está bajo control. Pensar/imaginar temas agradables, favorece pillar ese sueñito tan reparador. Si pretendemos "echar una cabezada" y el pensamiento lo tenemos ocupado en incertidumbres, el sueño se escapará como una mariposa.
Buena proa.