Ocurrió en Colonia, Uruguay.
El miércoles pasado, a las 16.30, un hombre de 80 años se lanzó desde su motovelero de 38 pies para intentar recuperar el inflador de su bote inflable auxiliar.
Lo halló el viernes ADES (Una asociación civil de búsqueda y rescate. Vendrían a ser "bomberos voluntarios de mar") ahogado cerca de donde se había arrojado.
Bueh...
LAMENTABLE.
Esto, además de comentar la noticia, nos permite reflexionar sobre la SEGURIDAD en el mar en particular y en la vida misma en general.
Muchas veces, porque nos acostumbramos, por impericia, por negligencia o por otras causas NO consideramos convenientemente los riesgos que existen y están presentes a cada momento (incluso cuando estamos sentados en nuestro sofá favorito) lo cual hace que cometamos errores que nos cuestan en el mejor de los casos un susto y en el peor la muerte.
El caso del señor fallecido que se lanza al agua para rescatar un inflador... creo que combina varias cosas... ¿Cuánto vale un inflador? ¿Cuánto le representa su costo a un señor que tiene un Ketch de 38 pies? ¿Qué posibilidad de hallar el inflador? (Considerar que Colonia está en la rivera izquierda del Río de La Plata, río que es por demás muy turbio, en donde no se ve a más de 50 cm.)
Así que... tomen este caso como un ejemplo más para acostumbrar nuestros procederes a una sana prudencia. NO se trata de ser "paranoicos" o quedarse en casa mirando Netflix (En este caso corremos un severo riesgo de quedarnos descebrados) sino que siempre hay que obrar con prudencia y en la medida de nuestras humanas posibilidades.
