Ese es el camino, establecer un frente común. Nuestra asociación estaban constituida legalmente, pero muerta. Hubo que poner al día los nombramientos para tener una representatividad legal. En cuando sumamos un número significativo de amarres, la relación con la concesionaria cambió. Lo más complejo de todo es contactar con los propietarios de los barcos. Nuestro puerto es muy estacional y salvo un par de meses al año, resulta difícil obtener nombres, correos electrónicos y demás. Lo fuimos haciendo poco a poco, con el boca a boca y algún buzoneo barco a barco con notas informativas. Al final dio resultado, pero hace falta gente que se comprometa a trabajar y, sobre todo, dar una imagen de seriedad. O eso o aceptar unas condiciones generalmente abusivas por parte de la concesionaria.
Ánimo a todos los afectados.
