La ITB no la pasas con la balsa caducada de revisiones, o con la radiobaliza sin tenerla al día, con la obra viva des laminada, el eje del timón con excesivo juego, los grifos de fondo gripados etc., pero no te garantiza, salvo vicios aparentes, que la jarcia esté en condiciones de aguantar cuatro años más, o que lo esté la mecánica.
Por contra las aseguradoras deben tener un cálculo estadístico de la antigüedad de la jarcia en caso de desarbolar, y ello combinado a la información recibida de las garantías de los suministradores de cables, y a ello se acogen para desentenderse de las indemnizaciones.
Si a ello añadimos que las jarcias acostumbran a romper en malas condiciones de mar y viento, ello acaba incidiendo en la confianza de uno mismo en su barco, y en tal caso la confianza en la seguridad también puede tener su precio.
Vendí un Puma 29 con diez años de antigüedad y mantenido con esmero, a un buen amigo que había navegado conmigo en el barco y lo conocía bien, y quiso valorar conocer su estado y procedencia.
Lamentablemente en uno de los primeros días que salía a navegar, con viento relativamente flojo y sin mar que castigara al barco partió un tensor de un obenque. A pesar de que soltó inmediatamente escota el palo ya se había doblado y tuvo que cambiarlo, aprovechando para cambiar jarcia y tensores.
El tensor que se partió por uno de sus ejes roscados parecía impecable en todo su contorno, rosca incluida, pero el centro del eje aparecía carbonizado por corrosión cual si se le hubiera aplicado un electrodo de soldadura.
Evidentemente un accidente así es imprevisible, pero es el clásico vicio oculto en el que influye el paso del tiempo.
Saludos
